Las islas Kerguelen, ubicadas cerca de la Antártida, son esencialmente picos de volcanes que sobresalen del agua.
Un grupo de investigadores franceses y australianos llevó a cabo un estudio de la composición de las rocas de las islas Kerguelen, ubicadas en el Océano Índico cerca de la Antártida, lo que arrojó luz sobre el proceso de formación de los continentes.
Los científicos determinaron allí que una masa de sienitas y rocas ácidas estaba formando un “embrión” de continente, comunicó este viernes el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia.
La corteza continental se desarrolla en los límites de los continentes y los océanos, en las zonas de subducción, donde las placas litosféricas oceánicas se hunden en el manto terrestre. Cuando se funden y se mezclan con el material básico de las placas continentales, el magma granítico se forma y se eleva, conformando la capa superior de granito de los continentes, que los distingue de los océanos.
Sin embargo, los resultados de la reciente investigación, publicados en la revista Terra Nova, mostraron que los magmas graníticos, y por lo tanto la corteza continental, pueden formarse no sólo en las zonas de subducción, sino también directamente en el centro de los océanos. Según los autores del estudio, los nuevos continentes se generan de esa manera.
Las islas del archipiélago son esencialmente los picos de volcanes que sobresalen del agua, tras cruzar la corteza oceánica de la meseta submarina Kerguelen. Las corrientes de basalto fluyeron de estos volcanes y formaron islas. Sin embargo, junto con los basaltos tradicionales de los océanos, hubo una intrusión de sienitas, las rocas más ácidas de la familia del granito, que solo se encuentran en los continentes. Por lo tanto, la corteza en esa región es anormalmente gruesa, como en la tierra firme.
Los geólogos plantearon la hipótesis de que el macizo de sienita de las islas Kerguelen es esencialmente un “embrión”, que se convertirá en continente dentro de unos millones de años. No obstante, señalaron que es necesario estudiar en detalle la composición química de las sienitas para comprender el origen de su magma y reconstruir el proceso de su evolución.
Fuente: RT