El rey Carlos III de Inglaterra fue nombrado formalmente este domingo monarca de Australia y Nueva Zelanda, en sendas ceremonias oficiadas por las autoridades locales.
En Canberra, el gobernador general David Hurley proclamó a Carlos III como rey de Australia “por la gracia de Dios”.
En una ceremonia similar en Wellington, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, alabó al nuevo monarca por su “afecto” al país y haber “demostrado de manera consistente su aprecio profundo por nuestra nación”.
Australia y Nueva Zelanda, dos excolonias británicas, son independientes desde hace décadas pero mantienen al rey o reina de Inglaterra como jefe de Estado.