Alejandra y Jaime han encontrado en un bebé reborn con inteligencia artificial la oportunidad de vivir la experiencia de la paternidad, luego de que la imposibilidad de concebir sumiera a Alejandra en una profunda depresión. Siguiendo la recomendación de un médico, la pareja optó por esta alternativa como parte de una terapia emocional.
Desde el primer momento, descartaron la adopción. Para Alejandra, quien también fue adoptada, esa opción no era viable: “Yo ni siquiera sé de dónde vengo”, expresó. Buscando una solución, encontraron un modelo de bebé reborn diseñado con inteligencia artificial, el cual fue creado a partir de la fusión de sus fotos de bebés, lo que les permitió obtener un muñeco con rasgos que combinan los de ambos.
El momento de recibir al bebé fue impactante incluso para el cartero que les entregó el paquete. “Se llevó un susto tremendo cuando vio lo que había dentro”, recuerda Alejandra.
A partir de entonces, la pareja sigue una rutina idéntica a la de cualquier padre. Se despiertan en la madrugada para darle el biberón, le cambian el pañal cada hora y han programado una alarma de llanto cada tres horas para alimentarlo. La recomendación médica fue que asumieran el cuidado del bebé como si fuera real para que la terapia cumpliera su propósito.
El fenómeno de los bebés reborn como terapia emocional ha generado debate en la sociedad. Mientras algunos especialistas los consideran una alternativa válida para personas que enfrentan duelos o problemas de fertilidad, otros cuestionan si este tipo de apego puede sustituir el vínculo con un hijo real.
Alejandra y Jaime, sin embargo, han encontrado en esta experiencia una forma de sanar y sentirse completos como familia. “Nosotros somos padres, aunque nuestro hijo no haya nacido como los demás”, concluye Alejandra.