AFP.- Thomas Markle, padre de la duquesa de Sussex, con la que mantiene una tensa relación, pidió a su hija, en una entrevista el martes, que le deje ver a sus nietos, al tiempo que la acusaba de preocuparse sólo por el dinero.
“Estamos en un punto en que creo que ambos deberíamos madurar, hablar, reconciliarnos por el bien de los niños”, afirmó en referencia a su nieto Archie, nacido en 2019, y a su nieta Lilibet, que nació el pasado junio, entrevistado desde su casa en México por el canal británico ITV.
Director de iluminación de Hollywood jubilado, Markle, de 77 años, no tiene contacto con su hija desde que en mayo de 2018 esta se casó con el príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II, y no ha conocido a los pequeños.
“Esto es ridículo, casi cuatro años, es una locura”, consideró.
“Su bisabuela es la reina de Inglaterra y creo que es importante que sepan que tienen dos familias y con el tiempo van a crecer y van a querer saber más sobre ellas”, agregó.
Sin embargo, como en entrevistas anteriores, no evitó atacar a su hija, que se hizo famosa como actriz en la serie de televisión “Suits”.
Aseguró que Meghan quiso que dejase de hablar con sus otros hijos, fruto de un segundo matrimonio. “No pude”, afirmó. “Ella nunca había sido así” pero “una vez que se enganchó con Enrique, cambió”, afirmó.
Markle se separó de Doria Ragland, la madre de Meghan, cuando esta era niña.
Raglan estuvo en su boda en el castillo de Windsor y ha tomado el té con la reina. Pero Meghan abandonó todo contacto con su padre, que no asistió a la ceremonia alegando motivos de salud, después de que realizase una controvertida sesión fotográfica con paparazzi en México, considerada como una vergüenza para la familia real británica.
El martes también acusó a su hija y al príncipe Enrique de preocuparse sólo por la riqueza: “Eso es lo único que parece importarles ahora”.
Enrique y Meghan sorprendieron a la monarquía británica cuando el año pasado anunciaron que renunciaban a su puestos como miembros de primera línea de la familia real.
Se mudaron a Los Ángeles y desde entonces han firmado una serie de lucrativos contratos para producir podcasts y programas para plataformas digitales.
También sacudieron a la familia real británica cuando en una explosiva entrevista con la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey acusaron de racismo a uno de sus miembros, sin precisar quién.