El Centro de Investigación Sísmica (SRC, en inglés) de la Universidad de las Indias Occidentales, en Kingston (Jamaica), anunció este domingo que el volcán La Soufriere, en San Vicente y las Granadinas, continúa en alerta roja por sus erupciones y sus constantes temblores.
“El volcán continúa erupcionando a pesar de que se denota una pausa en su actividad explosiva”, indicó el CRS en un comunicado de prensa.
De igual manera, el organismo aseguró que pequeños temblores asociados con la actividad volcánica aún se perciben y se han registrado.
“Los enjambres de periodos largos y temblores híbridos continúan a un ritmo casi constante en el volcán La Soufriere”, afirmó la organización.
El CRS, a su vez, indicó que durante esta próxima semana, un grupo de volcanólogos determinarán si se ha formado alguna montaña de lava, tal y como estos creen que ha ocurrido por la actividad sísmica que ha provocado el volcán.
Asimismo, los expertos exhortaron a los habitantes del territorio caribeño a que se mantengan en alerta, pues erupciones acompañadas por cenizas de gran magnitud podrían reiniciarse próximamente, impactando San Vicente e islas adyacentes.
El volcán La Soufriere entró en erupción el pasado 9 de abril, tres meses después de erupciones efusivas.
Por sus contantes erupciones, el SRC expresó este sábado su preocupación a que el dióxido de azufre (SO2) que emite el volcán La Soufriere se acerque a España y luego llegue a África y Asia.
Según una advertencia emitida por los observadores de la UWI, cuando los volcanes lanzan cenizas, el SO2 puede ser levantado por las corrientes en chorro y dispersarse por todo el planeta.
Así, y de acuerdo con dos imágenes del sistema Copernicus, que recoge datos atmosféricos desde 1979, se avista que el SO2 lanzado por el volcán, se mueve a través del Atlántico y ya va llegando a África, la península arábiga y Asia.
Tras su erupción el 9 de abril, miles de personas se han tenido que resguardar con familiares o acudido a refugios.
Según informó este domingo la Organización Nacional para la Gestión de Emergencias (NEMO, en inglés), 4.166 personas se encuentran albergadas en 87 refugios, mientras que 3.718 habitantes están resguardadas en viviendas privadas.
Asimismo, 1.459 familias han sido desplazadas de la zona activa volcánica.