Por: Juan Ariel Jiménez
En el mes de febrero se celebraron las elecciones municipales, dando como resultado un contundente triunfo del partido de gobierno, algo que ocurre con cierta regularidad en los ciclos políticos dominicanos, aunque el porcentaje de abstención fue un poco más alto de lo usual.
No obstante, lo que sí resulta extraño es el patrón de gasto público registrado, pues según los datos del propio gobierno, este año hemos tenido el febrero más extraño de la historia.
El gasto del gobierno central en publicidad y promoción durante este mes fue de 985.1 millones de pesos, para un promedio de 34 millones de pesos diarios. Esto es excesivamente alto, al punto que el gasto en febrero 2024 fue 13 veces superior al registrado en febrero del año anterior.
Como a este gobierno le gusta tanto mirar al pasado, no para encontrar lecciones históricas sino para encontrar excusas que justifiquen sus malas prácticas, es importante señalar que el gasto en publicidad en febrero 2024 supera al de todos los meses electorales de la historia.
Visto de otra forma, solo en febrero de 2024 el gobierno de Luis Abinader gastó más en publicidad y promoción que todos los meses electorales juntos de Leonel Fernández en sus 12 años de gobierno. De igual forma, el monto del actual gobierno más que duplica el gasto promedio de Danilo Medina en sus cuatro contiendas electorales.
Y el aumento inexplicable del gasto no se limita a publicidad y promoción. De forma extraña, en febrero 2024 el gobierno reporta haber gastado 788.3 millones de pesos en “servicios de internet y televisión por cable”, agotando en 29 días más de la mitad del presupuesto asignado a esta partida para el año completo.
En un solo mes, el más corto del año, este gobierno gastó más en servicios de internet y televisión que el gasto de doce meses de años anteriores. Ante estos señalamientos, no sería sorpresa que el gobierno argumente que es por culpa del Covid-19 o de la guerra Rusia-Ucrania, excusas todopoderosas para justificar cualquier bajo desempeño.
Pero ni ese argumento sería válido, pues en febrero 2024 el gobierno gastó ocho veces más que el promedio de todos los meses de los casi cuatro años que lleva gobernando.
Pero el “patrón inusual de gasto público” no se limita a publicidad y pago de televisión.
Por supuesto, no podía quedarse en este patrón de aumento de gasto el tema de la nómina pública. En febrero 2024 el gobierno reporta haber gastado 20,741.2 millones de pesos en remuneraciones, para un aumento de 844.3 millones con respecto al mes anterior y un aumento de 1,906.6 millones de pesos con respecto al promedio mensual del año 2023 (exceptuando los meses de pago de doble sueldo, por supuesto).
Con esto, febrero 2024 se convierte en el mes que más se ha gastado en nómina de la historia dominicana, siempre sacando los meses de pago de doble sueldo por razones obvias.
En alimentos y bebidas para personas, el gobierno gastó 737.2 millones de pesos, más del doble de lo gastado en febrero de los tres años anteriores. En textiles y vestuarios, el gasto fue de 340.7 millones, casi veinte veces más que en febrero 2022.
Por otro lado, el gasto en pasajes y transporte durante febrero del presente año fue de 121.4 millones de pesos, lo cual es 10 veces el promedio de los febreros de años anteriores.
¿Y qué decir del famoso bono escolar de mil pesos en febrero? De forma muy extraña, se reparten más de dos mil millones de pesos en bonos escolares en un mes que no es ni inicio de clases para comprar útiles y uniformes, ni final de año escolar para premiar a los de mejor desempeño.
No obstante, hay que resaltar que en algunos elementos el gobierno sí aplicó austeridad, de hecho una austeridad inusual y controversial.
Aunque el artículo 224 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral contempla que en años electorales se les entregue el 0.5% del presupuesto a los partidos políticos, el gobierno entendió que no era necesario y en 2024 solo presupuestó la mitad, con lo cual el presente año electoral sería el de menor entrega de fondos a los partidos como porcentaje del presupuesto.
Y no solo fue el monto.
El Ministerio de Hacienda decidió hacer la transferencia de fondos remanentes para los partidos de oposición el jueves 15 de febrero, tres días antes de las elecciones municipales, luego de que la Junta Central Electoral le enviara dos cartas al gobierno exigiendo el cumplimiento de la ley electoral en lo relativo al presupuesto de los partidos. Sin dudas, en monto y en tiempo de pago, fue un febrero inusual.
Ante estos elementos, es normal preguntarse si la combinación de aumento de gastos del gobierno y la restricción financiera a los partidos de oposición explica parcialmente la alta abstención y el contundente triunfo del gobierno en los comicios municipales.
Como se puede ver, los números del propio gobierno dicen que estamos cambiando, que hemos tenido el febrero más extraño de la historia, donde en comparación con el mes anterior hubo aumentos extraños por más de 3,500 millones de pesos.
Pero quizás a febrero 2024 el mérito de ser “extraño” le dure poco, porque por ahí viene mayo.
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Por listín diario .