Sabemos muy poco acerca de la imagen real que pudo tener Jesucristo en vida, pero desde luego no es la que tiende a mostrar la IA, basada en la iconografía tradicional
Jesús no era como lo pintan, la tradición cristiana ha representado durante siglos a Jesús de Nazaret con rasgos europeos, pero el Mesías del cristianismo nació en Oriente Medio. ¿Qué sabemos del auténtico rostro de Jesucristo? La irrupción de la inteligencia artificial y la generación instantánea de imágenes permite experimentar con diversas características para comprobar los hipotéticos aspectos que pudo tener Jesús. En base a lo que sabemos y a las imágenes de las que se alimenta, ¿Cómo representa a Jesús la inteligencia artificial?
La imagen simbólica de Jesucristo
La Biblia apenas menciona ninguna de sus características físicas. Pero por su lugar de nacimiento, Jesús de Nazaret debía tener el aspecto de un judío de Galilea del siglo I. La historiadora Joan E. Taylor es especialista en la Biblia y la historia del cristianismo temprano, autora del libro What Did Jesus Look Like? (¿Qué aspecto tenía Jesús?) y sostiene que:
“Los judíos de la época eran biológicamente similares a los judíos iraquíes de hoy en día, así que creo que tenía cabello marrón oscuro a negro, ojos castaños, piel morena, un hombre típico de Oriente Medio”.
Y, entonces, ¿de dónde viene esa imagen de Jesús como un surfero de melena castaña y ojos claros? Lógicamente, las representaciones de las divinidades a lo largo de la historia no responden a una imagen real de ningún humano concreto, sino que son idealizadas de manera que prevalezca el simbolismo de la figura en cuestión. En el caso de Jesús, el cristianismo se inspiró (como para tantos otros elementos) en las culturas clásicas. Primero fue representado como el buen pastor, un imberbe al estilo de Apolo, y a partir del siglo IV tomo prestadas la melena y barba de Zeus, símbolos también asociados a la sabiduría en el imaginario grecolatino. Las únicas pistas al respecto que podemos leer en la Biblia ya apuntaban a esta iconografía. En el primer capítulo del libro de Apocalipsis, en los versículos 12 a 16 se cuenta cómo Juan se volvió para escuchar una voz que le habló:
“Y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza”.
La imagen real de Jesús de Nazaret
La cuestión es que desde el inicio hubo un concepto occidentalizado de la imagen de Jesús y, aunque durante el Renacimiento se realizaron retratos que mostraban a un Jesús más humanizado en estilo naturalista, sus representaciones siempre quedaron alejadas del aspecto y origen judío del Mesías.
La BBC realizó en 2001 un documental sobre el verdadero rostro de Jesucristo. Richard Neave lideró un equipo de antropólogos forenses y otros especialistas en la materia que unieron sus conocimientos para crear una imagen 3D del aspecto de Jesús con base científica. El estudio partió de tres cráneos del siglo I tomados de la misma región donde nació y vivió Jesús. A través de tomografía computarizada y modelado 3D, reprodujeron una imagen que defendían como más cercana a la realidad que cualquiera de las preexistentes.
La generación de este tipo de imágenes ha sufrido una revolución con el desarrollo de la inteligencia artificial. Muchos usuarios a nivel personal o con intenciones más profesionales se han lanzado a crear reconstrucciones faciales de personajes famosos de la historia. En Muy Interesante hemos realizado nuestras propias pruebas y los resultados son bastante sorprendentes. Si únicamente le pides una imagen realista de Jesús de Nazaret a la IA, el resultado que obtenemos es la representación tradicional: un joven con aspecto europeo, tez blanca, melena y barba. Sin embargo, si procuramos realizar nuestra propia reconstrucción en base a los pocos datos que podemos ofrecerle, la imagen de Jesucristo generada por la inteligencia artificial se parece mucho a la creada por los científicos solo que con un acabado más actualizado y un realismo impactante. Un color de piel más moreno, ojos marrones y el pelo más corto. ¿Sería este un rostro semejante al verdadero Jesús?