La Asociación de Mayoristas en Provisiones de Santo Domingo (Amaprosado) solicitó al presidente de la República, Luis Abinader, que la facturación electrónica no sea obligatoria por ley hasta tanto sean solucionados temas básicos como la normalización del sistema eléctrico, un programa de sistematización para las mipymes impulsadas por el gobierno y la simplificación tributaria.
“Solicitamos esto al superior gobierno porque hay decenas de miles de micro y pequeñas empresas que no tienen un sistema contable y que si llega el plazo para colocar el sistema de facturación electrónica tendrá que dejar de operar y se reflejará inevitablemente en más desempleo para el país”, indicó Andrés Cosma, presidente de Amaprosado.
Manifestó que en cuanto al sistema eléctrico para los que tienen sistema de facturación les resulta difícil cuando haya un apagón ponerse al día con la cantidad de trabajos pendientes por facturar si no tiene planta eléctrica o inversor y a veces hasta con esos recursos se cae el sistema.
Cosma indicó que elementos como el alto costo de la energía eléctrica hacen muy pesado emprender y que las mipymes de provisiones sean sostenibles en el país.
“Hacemos un llamado para que se trabaje en simplificar el sistema tributario para los micro y pequeños negocios que les permita hacer un pago mensual o anual durante los 3 primeros años y esto permita la creación de empleos y el desarrollo de los emprendedores y los comercios informales”, sostuvo.
Resaltó además la importancia de incluir en las discusiones para la aprobación de leyes a los actores directos en este caso las mipymes para que no se sigan aprobando leyes cómo está sin consulta del comercio y la ley de desechos sólidos que viene hacer una pesada carga para las mipymes.
Cosma también hizo un llamado para que el gobierno central siga fortaleciendo aún más el apoyo a las políticas públicas dirigidas al comercio de provisiones ya que esto podría impactar positivamente la sostenibilidad de las mismas.
Amaprosado es una asociación que representa cerca del 85% del comercio de provisiones y abarrotes del país, atiende más de un millón de dominicanos cada día, además de mover alrededor del 35% de la industria manufacturera del país.