Santo Domingo. -El Instituto Nacional de Coordinación de Trasplante (INCORT) explicó que la extracción de órganos humanos para trasplantarlos en otra persona es un proceso de alta complejidad en el que intervienen numerosos especialistas entrenados. Para la realización de un trasplante renal se requiere de por lo menos 30 especialistas; más de 80 en un trasplante cardíaco y alrededor de 100 profesionales de la salud en un trasplante hepático.
El doctor Fernando Morales Billini, director del INCORT, señaló que para que una persona pueda donar sus órganos, debe fallecer en una Unidad de Cuidados Intensivos conectado a un respirador mecánico, administrándole drogas especiales que permitirían a que a pesar de que la persona haya fallecido, sus órganos se puedan seguir oxigenándose por un corto período de tiempo, por lo que es imposible utilizar los órganos extraídos fuera de esta circunstancia.
Dijo también que se requiere de una especial compatibilidad inmunológica entre el donante y el receptor para que el órgano trasplantado no sea rechazado por el receptor, además de una compleja infraestructura que va desde quirófanos de alta especialidad, pruebas para descartar trasmisión tumoral y viral, imágenes, laboratorios, UCIS, hasta adecuados medios de transportes para que se logre con éxito un procedimiento correcto de donación y trasplante.
“La donación de órganos es un acto de amor y de solidaridad con el prójimo. Hay que continuar concientizando a la sociedad, proporcionándole información adecuada, confiable y continua sobre el proceso, lo que permitirá que miles de dominicanos necesitados de un trasplante puedan seguir viviendo o mejorar su calidad de vida. Eso solamente se logra gracias a la solidaridad de las familias dominicanas que, ante el fallecimiento de un ser querido, acceden a la solicitud de la donación”.
“Cada cierto tiempo surgen mitos y leyendas en la población sobre el tema de la donación, generando inquietud y temor en la sociedad, y afectando gravemente el proceso de la donación y el trasplante, lo que repercute negativamente en los pacientes que necesitan de un órgano para seguir viviendo”, expuso el galeno.