La vitamina C es un nutriente imprescindible para el cuerpo y clave para lucir una piel saludable, ya que hidrata, reduce las manchas, retrasa el envejecimiento, y otras funciones que resultan saludables para el cuerpo tanto en el interior, como en el exterior.
La vitamina c contiene poder antioxidante, debido a que los radicales libres literalmente oxidan nuestras células, y las hacen envejecer.
Todo a lo que exponemos nuestra piel, desde las moléculas que se producen cuando el cuerpo descompone los alimentos a los rayos solares o el humo del tabaco, daña nuestras células. La Vitamina C actúa como escudo retrasando ese proceso.
La Vitamina C, si no nos exponemos al sol, reduce la melanina, encargada de colorear la piel y tiene un efecto despigmentante. Si tomamos el sol, este nutriente regula su producción. Además, potencia la regeneración celular consiguiendo unificar el tono y eliminar manchas.
Las axilas y los codos, al igual que otras partes del cuerpo, son propensos a la aparición de manchas, y para eliminarlas, exprime un limón y empapa un algodón en el jugo.
Asimismo, colócalo sobre la zona afectada y mantenlo durante 10-15 minutos, después aclara con abundante agua tibia. Tendrás que evitar exponer la zona al sol u obtendrás el efecto contrario así que se recomienda hacerlo por la noche o en los meses de frío.
La vitamina C es la responsable de sintetizar el colágeno que mantiene la elasticidad de la piel, y también promueve la absorción del ácido hialurónico, que se encarga de retiren la humectación en las distintas capas de la piel.
Así nos da un rostro más suave, terso y con menos líneas de expresión y arruguitas, retardando el efecto del envejecimiento.
La vitamina C da luminosidad, mejorando la circulación en la piel, logrando que los productos se absorban de mejor manera y manteniendo la hidratación correcta. Así, la dermis genera un brillo y resplandor característico de una piel saludable.
Para obtener una piel suave y luminosa, ralla la cáscara de una naranja y échala en una taza de agua caliente. Deja reposar durante 24 horas. Después aplica este tónico todas las noches en tu cara.
También puedes verter la mezcla en una bandeja para hielos y, una vez congelada, pasa un hielo por el rostro para cerrar los poros mientas que la naranja ayuda a eliminar espinillas y granitos.
El pomelo, de la familia de los cítricos, puede ayudar a combatir la apariencia de la celulitis; Mezcla media taza de jugo con media taza de café molido, tres cucharadas de aceite de coco y tres de azúcar, Aplícatelo en la ducha con movimientos circulares y déjalo actuar por 1 minutos. Un tratamiento tan natural que puedes hacerlo tan a menudo como quieras.
La vitamina c, trata el acné, debido a que su labor con el colágeno le da un poder cicatrizante perfecto para acelerar la curación de heridas o cicatrices, así como asl marcas de acné. Además regula la producción de sebo en especial en las zonas problemáticas como la frente y la nariz.
En ese sentido, contiene un efecto antiinflamatorio, ya que posee un alto poder balsámico.
Está comprobado que reduce la inflamación de la piel, por eso su aplicación en pieles afectadas por eccemas o psoriasis muestra excelentes resultados.
Esta mascarilla es ideal para quienes tienen un cutis seco. Por las noches, mezclar una cucharada de miel con una cucharada de avena (puede ser en hojuelas o molida), y el jugo de un limón. Aplica sobre el rostro y deja reposar de 15 a 20 minutos. Retira con agua tibia y verás que la piel estará suave e hidratada.
Además de incluir en tu rutina productos que contengan este compuesto en sus fórmulas, sea en formato suero, loción, tónico, puedes completar tu dieta con alimentos ricos en esta vitamina como brócoli, pimientos, frutas cítricas, repollo, espinacas bayas, papas, tomates y coles de Bruselas.