La pandemia por la COVID-19 reiteró el papel fundamental que tiene la vacunación en la preservación de la salud de las personas; sin embargo, en estos dos últimos años se profundizó la caída de las tasas de cobertura vacunal, con un fuerte impacto especialmente en las poblaciones infantiles que quedaron expuestas a infecciones ya controladas, como meningitis por Hib, neumococo, tos ferina (coqueluche), difteria, entre otras, así lo indica el Dr. Roberto Debbag, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE).
El especialista explica que anualmente 1,4 millones de los 15 millones de habitantes de la región no completan sus esquemas básicos de inmunización y estas brechas es exacerbaron durante la crisis sanitaria.
De acuerdo con la Organización Panamericana para la Salud (OPS), el 18 % de los países de la región reportaron una cobertura de menos del 80 % con la primera dosis de vacuna triple viral (rubeola, sarampión y parotiditis, SRP); mientras que, la cobertura regional para la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DPT3) disminuyó del 89% en 2018 al 85% en 20201.
Por este motivo, a través de una carta abierta desarrollada desde SLIPE, y en conjunto con la Sociedad Colombiana de Pediatría (SCP), la Sociedad Panameña de Pediatría (SPP), la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría de Pichincha (SEPP), y la Sociedad Peruana de Neumología (SPN), proponen a todos los actores involucrados trabajar en conjunto para implementar las acciones necesarias para cerrar las brechas de vacunación no COVID, retomar los logros obtenidos prepandemia y garantizar que las vacunas lleguen de forma equitativa a toda la población.
Cabe destacar que en el documento se reconoce el compromiso y esfuerzo de los gobiernos para lograr la mejor protección para las enfermedades, que hoy están siendo atendidas con esquemas actualizados, así como también su rol clave incentivando la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías para desarrollar vacunas seguras y efectivas.
En su comunicación, las sociedades coinciden en que crear conciencia sobre el valor de las vacunas es tarea de todos; sin embargo, reiteran que los gobiernos deben mantener el compromiso, la orientación y apoyo técnico para implementar y sostener programas de vacunación de alta calidad, que permitan llegar cada vez a más personas para protegerlos de patologías inmunoprevenibles y enfatizar la importancia de la prevención en el cuidado de la salud.
Asimismo, como parte de su llamado a la acción para la salud y bienestar en la región, la OPS ha establecido metas para el 2030 . Una de ellas es alcanzar el 95% de cobertura de la vacunación en menores de 5 años, por medio de los programas nacionales de inmunización; además, en la misma línea, proponen asegurar el acceso a medicamentos esenciales y vacunas, al igual que a otras tecnologías sanitarias prioritarias, según la evidencia científica disponible y de acuerdo con el contexto nacional6.
La región de las Américas es líder global en el control y eliminación de enfermedades inmunoprevenibles con algunos de los niveles más altos de coberturas de vacunación en el mundo. Según información oficial, se han tenido importantes avances con relación a la incorporación de nuevas vacunas: contra el VPH en 45 países y territorios, vacuna antineumocócica en 37 países y territorios, y contra el rotavirus en 22 países y territorios1.
Del 23 al 30 de abril se conmemora la Semana de la Vacunación de las Américas y, en el marco de esta fecha, las sociedades implicadas reiteran la necesidad de que las autoridades trabajen de forma articulada para llevar las vacunas a toda la población.