Aunque la prevención y el control de las enfermedades prevenibles por vacunación ha sido una prioridad para los sistemas de salud en Latinoamérica, con programas nacionales de inmunización catalogados dentro de los más exitosos del mundo, la actual pandemia por COVID-19 representa un verdadero desafío para mantener un sistema de salud en funcionamiento.
De acuerdo con la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE), actualmente se evidencia una caída de al menos 25% en coberturas de vacunación en casi todas las regiones del mundo incluyendo Latinoamérica.
Precisamente este tema fue el eje central del reciente summit científico de Sanofi Pasteur, en el que participaron reconocidos expertos infectólogos de la región.
“El riesgo más inmediato de la caída de coberturas es el incremento de enfermedades prevenibles por vacunas, ¿y qué pasa cuando dos o tres se juntan? Se baja el umbral de comunidad de rebaño, que si baja de 90% hay posibilidad de infección. ¿Se imaginan tener dos epidemias al mismo tiempo?”, alertó Carlos Torres, Pediatra de Colombia y expositor en el seminario.
Esa situación ya la experimentó México a inicios de 2020, con casos de sarampión y de COVID-19 de manera simultánea, aseguró el especialista.
El cierre de los servicios de inmunización durante la pandemia de COVID-19 puede provocar un resurgimiento de enfermedades como el sarampión, la poliomielitis, la rubéola, el tétanos neonatal, el neumococo, el meningococo, la fiebre amarilla y la difteria, cuyos índices de morbimortalidad y potencialidad para originar nuevos brotes son altos.
“Los programas de vacunación están siendo interrumpidos por los esfuerzos que se realizan para detener el COVID-19, lo que está desencadenando indirectamente un aumento de muchas otras enfermedades infecciosas letales y debilitantes. Algunas de las naciones más pobres del mundo sentirán el impacto”, afirmó José Brea del Castillo, Pediatra Infectólogo de República Dominicana y ponente en el encuentro.
En 2019 por ejemplo, La República Democrática del Congo, sufrió un mortífero brote de sarampión que acabó con la vida de 6 mil personas, un país que ya enfrentaba un brote de Ébola. Esta situación pone en evidencia la importancia de mantener los esquemas de salud esenciales como la inmunización en situación de emergencia. Los sistemas de salud que actualmente se encuentran luchando contra los efectos del COVID-19 también se verán abrumados por nuevos brotes de enfermedades.[3]
Los amplios periodos de distanciamiento y aislamiento social a los cuales se han enfrentado en los últimos meses los habitantes de la región han disminuido la posibilidad de contagios. Sin embargo, las necesidades básicas de alimentación deben seguir supliéndose, lo cual implica que alguien en casa deba salir a abastecerse y exponerse a enfermedades como el COVID-19 o la Influenza, que pueden ser igual de peligrosas.
Ante este panorama y para evitar escenarios similares en la región, la Dra. Maribel Tribaldos, Directora Médica de Sanofi Pasteur para Pacífico, América Central y el Caribe, comentó que es necesario mantener la continuidad de los servicios de inmunización siempre que se puedan conducir bajo condiciones seguras, garantizar cualquier oportunidad de vacunación extendiendo días y horarios para aplicarla y utilizar vacunas que aseguren la máxima protección.
“No podemos bajar la guardia. Es importante visibilizar el poder de las vacunas, no solo para protegerse de enfermedades sino para aportar a los servicios de salud, que actualmente están comprometidos con el COVID-19”, explicó Tribaldos.