La campaña mantenida por alrededor de dos años por Alianza País por el NO pago de los 10 dólares de turista a que estamos obligados los dominicanos para viajar al territorio nacional, ha recibido el endoso público del presidente Luis Abinader en su visita a la ciudad de New York.
En palabra del presidente “no hay discusión con (el no pago) de los 10 dólares porque eso no se les debe aplicar” a los dominicanos.
Para Abinader el problema no es el decreto 430-17 sino la metodología a implementar para quitar los 10 dólares.
Hoy, lunes 20 de septiembre, durante el Consejo de Gobierno que operará desde Manhattan presentará propuestas específicas, según anunció, para facilitar el proceso de devolución.
De igual manera el primer ejecutivo consideró contraproducente el elevado pago que se hace de impuestos al comprar un ticket aéreo, anunciando que cuando se discuta la reforma fiscal someterá anularlos.
Ante lo expuesto Alianza País adelanta algunas opiniones valorativas.
1) Saludar la disposición mostrada por el presidente de aceptar en principios reclamos tan sentidos por la diáspora. Eso habla bien a su favor, dado que muestra la existencia de un espacio en él para escuchar a sus connacionales.
2) He de reiterar que lo procedente es la modificación del decreto 430-17 para dejar fuera del mismo al dominicano por origen y descendencia.
3) Plantear, por parte de la Presidencia, nuevos mecanismos administrativos que faciliten la devolución de los 10 dólares solo aborda la parte económica del decreto dictado por Danilo Medina, no así la parte mas importante que es la agresión a nuestra condición de dominicanos y a nuestra propia identidad nacional.
4) Preocupa que lo relacionado a liberar los tickets aéreos de la alta tasa de impuestos, el presidente lo difiera para una eventual reformar fiscal que nadie sabe cuándo se va a efectuar, como tampoco se puede asegurar cual sería el proceder de todos los actores económicos y políticos envueltos en un tema como este.
5) Cierto, como indicó el presidente, los impuestos son el producto de una ley, pero olvida el presidente que el propio Congreso que dicta una ley tiene facultad para modificarla o revocarla. Y para esto el presidente tiene a su favor el hecho de contar su partido con el control del actual poder legislativo. En tal sentido planteamos la anulación ahora, no su posposición para ser abordado en una eventual reforma fiscal.
Para emitir una valoración de conjunto sobre lo planteado por el presidente Abinader sobre temas como los indicados y otros muchos más, esperaremos por los resultados que arroje el Consejo de Gobierno.
Como partido esperamos que para cumplir con la vieja deuda social que tiene el Estado con nuestros inmigrantes, los participantes en el Consejo ojala encuentren respuestas a temas como la necesaria reforma de los consulados, reducción en el costo de pasaporte y demás servicios, proveerle asistencia legal a los connacionales presos en EE.UU., articular programas de viviendas en que sus posibles beneficiarios sean los necesitados no solo los dirigentes y militantes del partido oficial, establecer mecanismos que abaraten el precio de envío de las remesas y que se establezca una visión de estado que tienda a darle un carácter más productivo a los miles de millones de dólares remesados y darle a los receptores capacidad de créditos y proveerles otras herramientas que les permitan romper con el ciclo de pobreza en que han vivido, etc.