Una despedida para Frank Hans Dannenberg

Una despedida para Frank Hans Dannenberg

Escrito por: Julissa Rosario, vicepresidenta de Emely Tours

La conversación nunca empezaba con hola, ni terminaba con adiós. No era necesario formalidades cuando los temas eran interesantes.

Comentando la actualidad. El país ciento treinta y algo, creo. El Boeing, el AirBus, el upgrade que te dieron. Dubai, Emirates (over rated) Las ruta que tomó el avión; las horas que faltaban para llegar. La foto del asiento y de la pantalla.

Como con tanta gente; quedaron varios asuntos pendientes. Esa comida todos juntos en Samurai. El viaje a Irán que se pospuso. El tema de los Cielos Abiertos. La línea aérea. Ese sitio que no te gustaba, la mudanza que nunca llegó.

Me tomó tiempo ir a La India. Como a la tercera visa, fui. Qué viaje aquel. Ahora ni recuerdo a qué. Audrey y tú (ahora juntos) me trataron con el amor y cariño de siempre. Hasta fue la señora del spa.
Los cuentos interminables. Unos muy divertidos, otros de más nostalgia. ¿Cuántos plátanos y cafés habrás regalado? Buscando qué llevarles a esos dominicanos en los lugares remotos. El de Kuwait, el que no tenía forma de regresar. El búnker en Afganistán. Nunca con miedo; siempre pá lante.

Todas esas concurrencia. Muchaaaaacho tate tranquilo, cógelo con calma. No había hora, todo era 24/7.
Muchas veces me pregunté que quién se daba cuenta de todo lo que hacías. No había forma de documentarlo completo. Por amor a La Patria.

Llevar el nombre de La República a tantos rincones. Sitios en que había una gran comunidad y lugares donde solo había 2.

Los últimos años, te propusiste vivirlos bien, y dentro de lo que cabe, se te dio. No permitiste que una enfermedad intrusa frenara tus metas. Seguiste. Hasta el último aliento.

Sabemos que estás bien; mirando tanta gente que ya te extraña. De verdad de verdad, you mastered this. Vas con Dios; al último y más importante de los países. ¡Te queremos!