La verdad, la realidad del Río Dajabón y el famoso canal construido del lado haitiano. La vida nos ha vuelto a dar la razón. No se trata de alegrarse del mal de los demás. No es cristiano. Pero lo que hicieron es un disparate tanto como obra de ingeniería como recurso ambiental que compartimos dos países y que por la vida del diálogo se podía solucionar.
Con las pruebas que hicieron ayer los vecinos haitianos (la obra no está terminada aunque ubicaron algunas compuertas) lograron captar un poco de agua que no avanzó mucho dentro de territorio haitiano en apenas 400 metros de canal porque no hay caudal, ni hay fuerza.
Hoy la cosa está peor desde que República Dominicana comenzó a bombear agua a través del canal de La Vigía, rio arriba, antes del puente fronterizo de Dajabon. De esta forma los agricultores dominicanos tienen garantizada el agua. Así está el caudal del Río Dajabon desde la toma de La Vigía y antes de llegar al dique construido por Haití. Es un hilo de agua. Quién conoce ese río sabe de su caudal habitual y natural. Y se pudiera poner peor con más sequía.
Pero este video desde un drone es mucho más elocuente. En primer plano la toma de agua en el río Dajabon que abastece el canal de La Vigía. Se está bombeando 1 metro cúbico de agua para irrigar las siembras del lado dominicano. Esto hace que haya bajado mucho el nivel de agua del río Dajabon, río abajo…
https://x.com/rcavada/status/1773414415007731809?s=46&t=WTqohsj-q4_fgmDLE42zHg
Al final se ve el contraste del caudal antes de la toma y luego del puente fronterizo. Se evidencia la disminución considerable de la cantidad de agua que le llega a los haitianos y su dique.
Decir que los haitianos triunfaron en este diferendo, no es real, ni sensato, ni verdadero. Reitero que es un “toyo” en todo el sentido de la palabra. Decir que la batalla de los dominicanos ha sido en vano, es falso también. Tenemos agua. No hemos perdido la capacidad de utilizar el recurso natural para nuestros agricultores. Y se ha puesto en crisis la efectividad del dique de los haitianos con el bombeo en el canal de La Vigía.
Aquí no se trata de triunfadores ni perdedores. Se trata de soberanía. Y esa es la que ha defendido el gobierno dominicano. Dispuesto a dialogar con las autoridades haitianas (ya sabemos que ahora hay mucho menos) pero sin comprometer la soberanía dominicana. Los tratados internacionales dicen claramente cómo aprovechar ambos países un recurso natural que se comparte en la isla. Respetemos eso. República Dominicana, su gobierno y pueblo nunca se lo ha negado al vecino haitiano. Pero con respeto. Sin afectar nuestra soberanía. Una vez más la vida nos ha dado la razón.