ANDECLIP: “Las clínicas privadas se mantuvieron abiertas, siguen abiertas y se mantendrán abiertas para el dengue”

ANDECLIP: “Las clínicas privadas se mantuvieron abiertas, siguen abiertas y se mantendrán abiertas para el dengue”

El presidente de la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privadas insistió en que esos centros de salud reciben los pacientes de dengue, como lo hicieron con el Covid y otras enfermedades, siempre tomando en cuenta sus capacidades y posibilidades.

El doctor Rafael Mena se pronunció en esos términos al ser cuestionado en torno a las quejas de la vicepresidenta Raquel Peña y el director del Servicio Nacional de Salud Mario Lama, para que las clínicas atiendan pacientes con dengue.

Mena enfatizó que los centros de salud privados, agrupados a ANDECLIP, estuvieron abiertos, siguen abiertos y se mantendrán abiertos, y nunca se han negado a prestar esos servicios.

Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA que cada domingo se difunde por Telesistema Canal 11 y TV Quisqueya para los Estados Unidos, el facultativo recordó la capacidad limitada de espació que tienen la mayoría de las clínicas privadas, y aquella que tenga 25 camas tiene que dejar cuatro o cinco para los casos de emergencias que le lleguen y que se necesite hospitalización.

Agregó que dichos establecimientos deben dejar dos o tres camas disponibles para una persona que llegue con un sangrado, un balazo, o un infarto, y sobre todo para quienes son pacientes de dichos establecimientos de salud.

Reconoció que cuando se presenta un paciente con dengue o cualquier otra achaque de salud, se le da asistencia en las emergencias para estabilizarlo, y luego se le dice que será referido a otro centro, eso puede generar conflicto y disgusto en la población, y por eso se producen las quejas.

“Pero nosotros estamos en la mejor disposición, en lo que esté a nuestro alcance, de evitar ese tipo de cosas, de disgusto, para servirle a la población de la manera en que siempre los hemo hecho”, precisó el facultativo.

Aclaró que los centros de salud privados, agrupados en ANDECLIP, siempre han estado actuando dentro de las disposiciones legales, y la ley establece que todo paciente va a una emergencia, tenga o no dinero, los médicos están en el deber de estabilizarlos, que si llega convulsionando hay que detenerle esa convulsión.

“Estuvieron abiertas, siguen abiertas, y seguirán abiertas, las clínicas de ANDECLIP, nosotros no nos negamos en ningún momento, en la medida de nuestras posibilidades, a prestar esos servicios”, insistió Rafael Mena al ser cuestionado sobre las críticas del gobierno para que los centros de salud privados reciban a pacientes con dengue.

Precisó que, “en consecuencia, nosotros no nos negamos, ni nos hemos negado, en las clínicas de ANDECLIP y quiero que eso quede bastante claro, por eso decíamos que se digan los nombres, no estamos en disposición de dejar de cumplir la ley, y se lo hemos manifestado a nuestros miembros, a nuestra membresía, que la cumplan como tal”.

“Pero, entiendan que si usted no califica, después que se le ha estabilizado su estado de emergencia, la institución no puede asumir los costos suyo, si usted no califica, porque, con qué le pagamos a las enfermeras, la energía eléctrica, la alimentación, los medicamentos, todo ese tipo de cosas es el paciente que debe cubrirlo”,  detalló.

Recordó que muchas clínicas han desaparecido, otras están quebradas, y varias más van a desaparecer si las cosas siguen como van.

Mena dijo que la población debe estar informada que, una cosa es bridarle la atención que requiere en una situación de emergencia, y resolverle el problema de una manera satisfactoria, pero quizás el paciente no se da cuenta que le han salvado la vida, y se siente frustrado pensando que no lo están atendiendo, y emiten muchos juicios incorrectos.

Explicó que hay que entender la diferencia que existe entre una emergencia y una urgencia, en la primera hay que atenderlo sin demora para salvarle la vida, y en la segunda debe ser atendido por el orden de llegada, e incluso si alguien llega más tarde, pero con una situación muy delicada, hay que darle la preferencia, porque se trata de evitarle la muerte.