El precio de la gasolina aumentará en Colombia en unos cinco centavos de dolar por galón cada mes por lo que resta del año, anunció este lunes el gobierno, que enfrenta un abultado déficit por el subsidio a ese combustible.
El alza, que se aplica sobre el precio actual de dos dólares por galón, llega cuando el país registra una inflación interanual del 10,8%, la mas alta desde 1999.
“Se va a aumentar la gasolina 200 pesos mensuales a partir de octubre por este año”, dijo a la prensa el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
El diésel, que se usa mayoritariamente en el transporte público y de mercancías, “no se va aumentar”, detalló el ministro.
El presidente de izquierda Gustavo Petro llegó al poder hace un mes y advirtió que el precio actual -uno de los más bajos de América- es insostenible debido al aumento en el valor del crudo desde 2020.
Un fondo estatal cubre la diferencia entre los precios del combustible en el mercado internacional y los internos fijados por el gobierno. En marzo de 2020 la pasada administración redujo la gasolina y el diésel para aliviar los efectos económicos de la pandemia.
Para entonces el crudo se cotizaba en mínimos históricos, pero el aumento exponencial en su precio a lo largo de 2021 y comienzos de 2022 no se tradujo en incrementos a la tarifa del combustible en Colombia por decisión del entonces presidente Iván Duque.
Mantener el precio bajo tuvo un alto costo para las arcas del Estado.
“Casi la mitad del déficit del presupuesto nacional (…) se produce al no subir el precio de la gasolina”, explicó Petro días atrás al anunciar que aumentaría los precios.
El déficit por cuenta del subsidio a la gasolina es de 40 billones de pesos al año, unos 10.000 millones de dólares que aproximadamente equivalen al 3% del PIB, según cálculos del gobierno.
Antes de entregar el poder, el gobierno de Duque proyectó que sería necesario aumentar los precios de la gasolina a un ritmo de 400 pesos mensuales (10 centavos de dólar) durante 2022 para tapar el hueco fiscal.
Aunque expertos coinciden en que aumentar el precio del combustible es una decisión acertada, el gobierno podría enfrentar las primeras protestas en un contexto de elevada inflación.