Después de dar 449 jonrones y terminar una carrera de 16 años en Grandes Ligas con 449 jonrones, OPS de .931, OPS+ de 140, nueve Juegos de Estrellas y el premio a Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2004–entre muchos otros logros–Vladimir Guerrero padre fue elegido al Salón de la Fama en el período del 2017-18, su segunda oportunidad en la boleta, con el 92.9% de los votos de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA).
Ahora que su compatriota David Ortiz será exaltado el domingo por la tarde en el Clark Sports Center de Cooperstown, Guerrero celebra al cuarto dominicano con placa en el museo de los inmortales del béisbol.
“Estoy contento, porque es el cuarto dominicano y el segundo bateador”, dijo Guerrero, quien cada año vuelve a Cooperstown para la ceremonia de exaltación como miembro del exclusivo grupo en el Salón. “Yo creo que uno se siente contento de que sigan metiendo a más bateadores, porque los primeros fueron Juan Marichal y Pedro Martínez, que eran pitchers. Ahora estamos dos y dos y me siento bastante contento”.
Para Marichal (exaltado en 1983), Martínez (2015) y Guerrero (2018), la oportunidad de volver a este pequeño pueblo del estado de Nueva York cada verano es de mucho valor.
“Es el ambiente que uno comparte”, expresó Guerrero, de 47 años. “Comparte con todos los que estamos aquí en el Salón de la Fama. A veces no vienen todos, pero uno ve esas amistades de años aquí en Cooperstown. Eso es de maravilla”.