Ciudad del Vaticano.- La vicepresidenta de la República, Raquel Peña, se reunió este viernes en el marco de su visita al Vaticano, con el Papa Francisco y con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede.
Durante el encuentro con el líder de la Iglesia Católica, la vicemandataria trató temas relacionados al compromiso que tiene la humanidad de cuidar la casa de todos que es la tierra, con el buen manejo de los recursos naturales y la preservación del medioambiente.
De la misma manera, la vicemandataria pidió al Papa Francisco unirse a la petición del presidente Luis Abinader, de que la comunidad internacional acuda al llamado de asistencia y ayudas al pueblo haitiano.
Asimismo, Peña felicitó al Papa Francisco por la manera en cómo él abordó el tema del manejo de la crisis sanitaria ocasionada por el virus del Covid-19, haciendo un llamado a la solidaridad entre los países para un acceso igualitario y equitativo de insumos, medicamentos y vacunas.
Además, su Santidad y la vicepresidenta conversaron sobre la actualidad mundial, el papel del cristiano ante las desigualdades sociales y la importancia de vivir la fe con actitud de entrega.
El Sumo Pontífice aprovechó la ocasión para a través de la vicemandataria, enviar su bendición al pueblo dominicano, junto con la exhortación de trabajar unidos para llevar esperanza a quienes más lo necesitan, momento en el que Peña entregó una carta al Santo Padre en la que se le reitera la invitación para visitar República Dominicana.
En su encuentro con Pietro Parolin destacó que su labor diplomática es reconocida en todo el mundo por sus aportes a la paz y el entendimiento entre los pueblos.
“Este defensor del sacerdocio y la diplomacia recibió hace poco el premio internacional que concedió el Istituto Nazionale Azzurro, a la Curia Vaticana por sus acciones a favor de la concordia”
sostuvo
En ese orden agradeció por la distinción de haberle recibido y conversar sobre el papel de la diplomacia eclesiástica para garantizar la convivencia mundial en momentos tan difíciles como una guerra.
