Asesinato de Orlando Jorge Mera, el guardián del medio ambiente en República Dominicana

Asesinato de Orlando Jorge Mera, el guardián del medio ambiente en República Dominicana

Quienes conocieron a Orlando Jorge Mera, el ministro de Medio Ambiente asesinado en su despacho en Santo Domingo a los 55 años, lo definen como una persona amable y enérgica a la que no le temblaba el pulso a la hora de hacer cumplir las leyes para proteger la naturaleza de República Dominicana. También como alguien tranquilo y conciliador, que no temía el conflicto, sino que enfrentaba los problemas. Ese rasgo de su carácter lo demostró hasta el final cuando en la mañana del lunes recibió en su oficina a Miguel Cruz, un amigo de la infancia con quien estudió y con quien aparece en numerosas fotografías distribuidas estos días, pero que acabó quitándole la vida de varios disparos.

De Cruz, el hombre de 55 años ahora detenido y que huyó tras cometer el crimen a una iglesia donde le confesó a un sacerdote que había matado a otro hombre, se sabe que es propietario de dos empresas, la Armería Miguel Gun Shop y la Constructora Cruz de la Mota y Asociados. Aunque las autoridades todavía no han informado sobre las posibles causas del asesinato, según informaciones publicadas por los medios locales, el empresario había tenido que paralizar una operación de extracción de materiales para su cementera en un río de la región del Cibao, en el norte del país, por no cumplir con el reglamento medioambiental. Y eso es lo que, ahora se intuye, le llevó primero a discutir con su amigo y después a dispararlo con el arma que llevaba escondida al entrar a la sede del ministerio y que, tras confesar el crimen, le entregó al cura. Este martes, con el país en luto y conmocionado por el suceso, muchos cuestionan los fallos de seguridad que permitieron al atacante entrar armado al edificio gubernamental.https://imasdk.googleapis.com/js/core/bridge3.517.2_en.html#goog_512071326

Los defensores del medio ambiente ven en el asesinato una muestra más de la vulnerabilidad de los ambientalistas en América Latina que, según la organización internacional Global Witness, es la región más peligrosa del mundo para quienes protegen la naturaleza. “Si a alguien como a un ministro le puede pasar algo así, entonces qué nos queda a nosotros, que somos más ciudadanos de a pie, que lidiamos con muchos de esos mismos temas, personas e intereses”, se pregunta Maximiliano Bello, de la organización Mission Blue.

Experto internacional en la protección de los océanos, Bello llevaba meses trabajando con el ministro en un proyecto medioambiental que preveían anunciar próximamente. “Estábamos trabajando en varios frentes y estaba muy entusiasmado con todo lo que estábamos haciendo. Era muy cercano”, recuerda en conversación telefónica con EL PAÍS. “Era superamable, afable, interesado en la protección del medio ambiente, con muchísima ambición, sin resquemores. Es refrescante, cuando trabajas con políticos de alto nivel, ir a un lugar donde ellos te están empujando para proteger el océano. Estaba convencido y lo que quería era: ‘Ya, hagámoslo”, añade.

Amante de los deportes y las carreras y de la apicultura, Orlando Jorge Mera era miembro de una familia de amplia tradición política en República Dominicana. Hijo del expresidente Jorge Blanco, quien gobernó el país entre 1982 y 1986, su viuda es embajadora de República Dominicana en Brasil; su hermana, viceministra de Innovación, Transparencia y Atención Ciudadana; y uno de sus hijos, diputado. Nacido en Santiago de los Caballeros y abogado de profesión, Jorge Mera fue uno de los fundadores del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y presidió el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones entre 2000 y 2004. En su carrera polifacética fue también profesor y productor y presentador de un programa de televisión, donde entrevistó recientemente al político español José Bono, como se puede ver en uno de sus últimos mensajes publicados en la red social Twitter.

En agosto de 2020, fue designado ministro de Medio Ambiente por el presidente Luis Abinader y comenzó la que, sin saberlo, sería su última misión. Según Bello, la figura de Jorge Mera era ampliamente respetada tanto en su país como entre sus pares en la región. Pero si algo definía su trabajo es que no daba su brazo a torcer ante nadie. “Si alguien no respetaba la ley, él estaba haciendo todo lo posible porque así fuera. Empezó una cantidad innumerable de procesos, llevó a un montón de gente a la cárcel por no cumplir la norma y él tenía una posición bien clara respecto a eso que me imagino que habrá generado un montón de rechazo en algunas de la gente que no estaba cumpliendo”, añade.Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.

El medio digital Acento asegura que, desde que fue nombrado ministro de Medio Ambiente, había sometido más de 2.000 personas y compañías ante la justicia por no cumplir con leyes medioambientales, incluyendo a personas poderosas como exmilitares, militares activos, altos empresarios y policías. Sin embargo, el ambientalista Bello asegura que en ninguna de sus múltiples conversaciones le dijo que tenía miedo ni le hizo ningún comentario de haber recibido amenazas.

Este martes, en una misa celebrada en la Capilla San Rafael del Palacio Nacional en honor al ministro fallecido, el presidente Luis Abinader reafirmó esa idea: “Los cambios que se han dado en los últimos años conllevan muchos retos y peligros a los que Orlando nunca le temió”, afirmó. El lunes, tras conocerse su asesinato, sus compañeros lo recordaban por la integridad que, según dicen, definía su función al frente del ministerio. “Perdemos a un amigo, a un guía, al más conciliador de los negociadores a favor de nuestro planeta. Se pierde también una gestión implacablemente apegada al marco digno de la ley que nos convocó a proteger con pasión”, escribió en su cuenta de Twitter Milagros Camps. “Lo extrañaré siempre y honraremos su legado. Fue un verdadero honor ser su viceministra”.