El abogado Julio Cury sostuvo que en el país debe tipificarse penalmente la prevaricación judicial para disminuir al mínimo lo que considera “injusticias harto frecuentes” en la administración de justicia.
Expresó que el ilícito, por el que lleva tiempo propugnando debe incluir tanto la modalidad dolosa como la culposa.
“El juez que deliberadamente o por imprudencia grave o ignorancia inexcusable decida de forma en extremo injusta, debe ser inhabilitado para desempeñar cargos públicos por un cierto período de tiempo”, manifestó.
Agregó que cuando un juez voluntaria o inconscientemente motiva decisiones contrariando el ordenamiento jurídico o incurriendo en una vía de hecho por defecto fáctico, lesiona la correcta administración de justicia como bien jurídico colectivo.
Dijo que para evitar los abusos que pudieran derivarse de la excesiva elasticidad o indeterminación descriptiva de la norma que prevea el ilícito penal por el que aboga, sería prudente que se describa claramente la conducta reprochable para no darle una extensión prohibitiva que convierta a los jueces en “rígidos exégetas”.
En opinión del jurista lo ideal sería “no incurrir en vaguedades en la acción típica a fin de no lesionar los principios de taxatividad y estricta legalidad”, por lo que manifestó que la prevaricación judicial solo debería configurarse “cuando en el ejercicio de la función jurisdiccional, en un asunto sometido a la consideración del autor en virtud de su competencia, dicte resoluciones palmariamente contrarias a la ley, sustentadas en hechos falsos o desnaturalizando de forma grosera los elementos probatorios que se hubiesen incorporado al proceso”, señaló Cury.
Alegó que conoce jueces que conscientes del desamparo normativo que actualmente imposibilita deducir consecuencias judiciales contra ellos, abusan de su autoridad.
“Es muy común la vulneración del derecho de los ciudadanos a ser juzgados por las razones que el ordenamiento jurídico proporciona. Con dolorosa frecuencia se dictan decisiones antojadizas, aberrantes, que son un completo dislate, desprovistas de razonamiento lógico y suficiente, cuando no en base a juicios valorativos abusivos o irrazonables de las pruebas”.