La politóloga Silvia Soto Fernández, considera poco probable que Luis Abinader realice cambios este 16 de agosto, ya que desde el principio de su mandato el Presidente ha demostrado un estilo en la dirección del Estado diferente a sus antecesores de los últimos 30 años.
“Tradicionalmente, los mandatarios entendían que este día era el momento propicio para realizar los cambios en la administración pública. Como consecuencia de esta tradición, en el país se creaban grandes expectativas, supuestos y hasta apuestas sobre quiénes serían los funcionarios removidos cada año de los diferentes gobiernos”, explicó la también activista social.
Asimismo, Soto Fernández, dijo que en esta esta ocasión es diferente, pues hay que recordar, que el presidente Abinader durante el año, removió y suspendió, unos 7 funcionarios, por diferentes faltas y circunstancias.
“Por lo tanto, no creo que utilizará su primer cumpleaños para hacer nuevas remociones, ya que esto distraerá innecesariamente la atención de la ciudadanía sobre lo que debe ser el principal enfoque del gobierno: vender y resaltar los logros de su primer año. Al menos, que antes del 16 de agosto se produzca una situación de crisis de la imagen del gobierno provocada por algún funcionario”, resaltó la investigadora.
Por otro lado, la politóloga entiende que la gestión de Abinader tiene dos buques insignia a exhibir: el primero es el fortalecimiento de la transparencia y la institucionalidad que ha realizado hasta el momento, lo cual se ve expresado en la designación de un Ministerio Público “en la práctica independiente”. Es decir, que aunque jurídicamente hablando y en teoría, exista una dependencia de este organismo del Poder Ejecutivo, la libertad con la que se ha manejado permite etiquetarlo como independiente.
“Mira, la independencia de la administración de justicia y el manejo ético del gobierno se puede evidenciar en el sometimiento y apresamiento del círculo de colaboradores más íntimo del expresidente Danilo Medina y familiares, y de exfuncionarios pertenecientes a la nueva gestión”, señala Soto.
De acuerdo a la especialista, el segundo buque insignia lo constituye la estabilidad macroeconómica que ha exhibido este primer año de gestión del gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), señalando que hay que recordar que precisamente el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) señalaba como un designio durante la campaña la falta de habilidades gerenciales para manejar la macroeconomía por parte de la descendencia del antigua Partido Revolucionario Dominicano (PRD), pero hasta el momento, la nueva gestión ha pasado con A, pues de acuerdo al Banco Central, el país cerrará el 2021 con un crecimiento económico de entre 9 % y 10 %.
Mientras, que según la Dirección de planificación y Desarrollo el gobierno logró cerrar el año 2020 con un déficit fiscal que equivale a un 7.7% del Producto Interno Bruto (PIB), versus al presupuestado que era de 9.3 %, lo que en términos absolutos significa una reducción de RD$77 mil millones de peso. “De la estabilidad económica depende fundamentalmente la estabilidad política”.
Finalmente, Soto Fernández, considera que dentro de los retos que tiene el gobierno perremeísta está seguir profundizando el fortalecimiento institucional, lograr que su militancia se sienta representada en el gobierno y que esta asuma, asimile y apoye el compromiso que el presidente Abinader y su partido hicieron con el fortalecimiento de la transparencia y la institucionalidad con los sectores progresistas del país, y una ciudadanía que jugaron un papel crucial para su victoria, y que no están dispuesta a negociar estos temas.
La politóloga Silvia Soto Fernández, considera poco probable que Luis Abinader realice cambios este 16 de agosto, ya que desde el principio de su mandato el Presidente ha demostrado un estilo en la dirección del Estado diferente a sus antecesores de los últimos 30 años.
“Tradicionalmente, los mandatarios entendían que este día era el momento propicio para realizar los cambios en la administración pública. Como consecuencia de esta tradición, en el país se creaban grandes expectativas, supuestos y hasta apuestas sobre quiénes serían los funcionarios removidos cada año de los diferentes gobiernos”, explicó la también activista social.
Asimismo, Soto Fernández, dijo que en esta esta ocasión es diferente, pues hay que recordar, que el presidente Abinader durante el año, removió y suspendió, unos 7 funcionarios, por diferentes faltas y circunstancias.
“Por lo tanto, no creo que utilizará su primer cumpleaños para hacer nuevas remociones, ya que esto distraerá innecesariamente la atención de la ciudadanía sobre lo que debe ser el principal enfoque del gobierno: vender y resaltar los logros de su primer año. Al menos, que antes del 16 de agosto se produzca una situación de crisis de la imagen del gobierno provocada por algún funcionario”, resaltó la investigadora.
Por otro lado, la politóloga entiende que la gestión de Abinader tiene dos buques insignia a exhibir: el primero es el fortalecimiento de la transparencia y la institucionalidad que ha realizado hasta el momento, lo cual se ve expresado en la designación de un Ministerio Público “en la práctica independiente”. Es decir, que aunque jurídicamente hablando y en teoría, exista una dependencia de este organismo del Poder Ejecutivo, la libertad con la que se ha manejado permite etiquetarlo como independiente.
“Mira, la independencia de la administración de justicia y el manejo ético del gobierno se puede evidenciar en el sometimiento y apresamiento del círculo de colaboradores más íntimo del expresidente Danilo Medina y familiares, y de exfuncionarios pertenecientes a la nueva gestión”, señala Soto.
De acuerdo a la especialista, el segundo buque insignia lo constituye la estabilidad macroeconómica que ha exhibido este primer año de gestión del gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), señalando que hay que recordar que precisamente el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) señalaba como un designio durante la campaña la falta de habilidades gerenciales para manejar la macroeconomía por parte de la descendencia del antigua Partido Revolucionario Dominicano (PRD), pero hasta el momento, la nueva gestión ha pasado con A, pues de acuerdo al Banco Central, el país cerrará el 2021 con un crecimiento económico de entre 9 % y 10 %.
Mientras, que según la Dirección de planificación y Desarrollo el gobierno logró cerrar el año 2020 con un déficit fiscal que equivale a un 7.7% del Producto Interno Bruto (PIB), versus al presupuestado que era de 9.3 %, lo que en términos absolutos significa una reducción de RD$77 mil millones de peso. “De la estabilidad económica depende fundamentalmente la estabilidad política”.
Finalmente, Soto Fernández, considera que dentro de los retos que tiene el gobierno perremeísta está seguir profundizando el fortalecimiento institucional, lograr que su militancia se sienta representada en el gobierno y que esta asuma, asimile y apoye el compromiso que el presidente Abinader y su partido hicieron con el fortalecimiento de la transparencia y la institucionalidad con los sectores progresistas del país, y una ciudadanía que jugaron un papel crucial para su victoria, y que no están dispuesta a negociar estos temas.