El director ejecutivo de la Asamblea Nacional Ambiental (ANA), Domingo Abreu Collado, advirtió al país que la construcción del Aeropuerto Internacional de Bávaro produciría una debacle hidrográfica en la provincia La Altagracia debido a que sus aguas subterráneas quedarán afectadas y contaminadas, provocando que se quede completamente sin agua dulce, principalmente el municipio Higüey.
“Si se construyera un aeropuerto donde se está proponiendo construirse, las aguas con que cuenta hoy, y que necesita Higüey en el futuro, van a verse ya no solamente amenazadas, sino directamente contaminadas. Es una necesidad evitar más construcciones en esa zona porque nos vamos a quedar sin agua, Higüey principalmente, porque Higüey y la población no van a tener los recursos necesarios para importar el agua que necesitarían”, precisó Abreu Collado.
Puntualizó que en los países donde eso ha ocurrido y en donde se han visto en la necesidad de importar el agua, han tenido que tomar una medida tremenda: “destruir lo construido para recuperar su ecosistema”.
Sobre la licencia ambiental que le fue otorgada a esa obra a finales del pasado gobierno, dijo que hay una enorme cantidad de cosas a las cuales les faltan luces, y hay muchas sombras que las cubren. “No está claro cómo estas personas recibieron una licencia ambiental cuando no se hizo un estudio de impacto ambiental con todas las de la ley”. Indicó que el permiso que se le les otorgó se hizo al vapor y por razones “non sanctas”.
“Es importante que el Ministerio de Medioambiente, de donde salió ese permiso, revise esa situación; como es muy importante también que el Presidente de la República lo piense y analice este caso, que vean la necesidad de la protección de la zona y evalúen por qué se le entregó un permiso ambiental a una empresa que no cubrió por completo las prerrogativas para su solicitud y obtención”, exclamó.
Refirió que sobre los hombros del presidente Luis Abinader recaerá la posible debacle hidrográfica de la provincia La Altagracia.
Manifestó que la presencia de otra estructura como un aeropuerto atenta, no solamente contra el entorno, sino que agrede una parte de la naturaleza y amenaza la principal fuente de vida que son las aguas subterráneas.
El reputado ambientalista también señaló que es casi seguro que los proyectistas del Aeropuerto de Bávaro, no hayan tomado en cuenta los efectos que trae consigo el cambio climático, tanto en lo referente a la superficie de la zona, como a las aguas subterráneas.
“Si en estos momentos los proyectistas de esa obra no piensan en los efectos del cambio climático, pudiéramos encontrarnos dentro de poco tiempo con situaciones muy lamentables. Aunque esperamos que definitivamente la idea de construir otro aeropuerto en la zona de Higüey sea descartada, porque no tiene asidero técnico ni científico, ni en este momento ni en un futuro afectado por el cambio climático”, expresó.
Alertó que uno de los efectos más temidos del cambio climático será la elevación de los niveles de las aguas marinas y que ésta “implica una especie casi de tsunami hacia el interior de los conductos subterráneos que conectan con el mar. Es decir, los conductos que permiten que las aguas dulces vayan y desemboquen al mar subterráneamente. En sentido contrario, la elevación de los niveles del mar empujará hacia el interior el nivel salino. Se va a aumentar la salinidad, va a contaminar tanto los cauces, como los lagos subterráneos que existen en el subsuelo de la provincia La Altagracia”.
De su lado, el geólogo Tabaré Mundaray expresó su desacuerdo con la construcción del Aeropuerto Internacional de Bávaro debido a que las condiciones geomórficas de esa localidad, es decir, las formas de la superficie terrestre no son aptas para otra terminal aeroportuaria.
“Las condiciones litólogicas (referente a las características de las rocas) sencillamente van a afectar si se hace un aeropuerto ahí, se van a afectar el endokarst, es decir a las cavernas, y a las zonas de hidrologías subterráneas o de acuíferos que están en el subsuelo”, dijo.
Sostuvo que en esa área hay muchas cavernas que se verían afectadas con esta construcción. “Las vibraciones que pueden tomar esos equipos, es decir esos aviones, pueden acelerar el proceso de fracturación porque sencillamente es una zona que está sumamente afectada por la tectónica”, dijo el reputado académico.
Añadió que “las vibraciones generadas por esos equipos como los aviones, sencillamente, sin temor a equivocarme, van a provocar la fracturación de las rocas preexistentes y sencillamente me va a afectar a las aguas del subsuelo”.
Mundaray pidió tomar en consideración que esa eventual obra también afectaría la zona y al país en términos arqueológicos, ya que pondría en riesgo toda la riqueza cultural que nos legaron nuestros antepasados en las cavernas, expresada a través de las pinturas en las rocas y que se vería sumamente amenazada por las vibraciones de los aviones.