AFP.- El huracán Elsa arremetía en el Caribe en las primeras horas del sábado, acompañado de poderosos vientos, y amenazaba con provocar más miseria en Haití, donde las tareas de prevención se complican por el control que ejercen pandillas en algunas zonas.
El primer huracán de la temporada en el Atlántico, Elsa, de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de 5), perdió fuerza en la noche del viernes y cargaba vientos sostenidos de hasta 120 km por hora.
A las cinco de la mañana (09H00 GMT) del sábado, estaba ubicado justo al sur de la isla La Española, que comparten Haití y República Dominicana, y se movía hacia el noroeste a 50 km por hora, informó el centro de huracanes de Estados Unidos (NHC).
“Elsa se moverá cerca de la costa sur de La Española más tarde hoy [sábado] y esta noche, y se moverá cerca de Jamaica y porciones del este de Cuba el domingo”, dijo el NHC, con sede en Miami.
“El lunes, se espera que Elsa se mueva a través del centro y oeste de Cuba y se dirija al estrecho de Florida”, agregó.
El NHC dijo que Elsa podría provocar marejadas de hasta 1,5 metros por encima de lo normal en la costa sur de Cuba, de hasta 1,2 metros en la costa sur de La Española, y de hasta casi un metro en la costa de Jamaica.
Las lluvias, marejadas ciclónicas y fuertes vientos de Elsa podrían afectar la península de Florida la semana entrante, aunque depende de cómo se comporte el huracán el fin de semana, cuando azote las grandes islas del Caribe, dijo el NHC.
El clima relacionado con el huracán es una mala noticia para la ciudad de Surfside, Florida, donde siguen las tareas de búsqueda de víctimas del derrumbe de un edificio la semana pasada.
El viernes, las autoridades haitianas expresaron por su parte su preocupación por la falta de suministros de emergencia como alimentos y agua.
Buena parte de los recursos de emergencia con los que contaba el gobierno se utilizaron en la evacuación de miles de personas de sus hogares en Puerto Príncipe debido a la violencia de las pandillas.
Las autoridades haitianas buscaban enviar suministros a la costa sur, la más amenazada por el huracán.
Pero bandas fuertemente armadas controlan parte de la única carretera que va de la capital al sur y no siempre dan paso.
En 2016, el huracán Matthew dejó más de 500 muertos en el sur de Haití y causó daños por casi 2.000 millones de dólares.