El espacio editorial recibirá una estimulante bocanada de aire con la aparición de veintiún nuevos títulos publicados por el Archivo General de la Nación (AGN), quizás la institución que más aporta en estos momentos a la bibliografía dominicana y a la lectura.
En este conjunto, el lector tendrá la ocasión de adentrarse en diferentes ámbitos de la historia nacional, no solo desde los procedimientos tradicionales del género, sino también desde la ficción, donde la historia se transmuta en escenario que nos involucra vívidamente.
Libros como Voces de la Revolución de Abril, que reúne entrevistas a protagonistas y testigos de aquel heroico acontecimiento, preparado por la División de Fuenes Orales del AGN; Ideas radicales en la República Dominicana, en dos tomos, antologados por el editor e investigador Andrés Blanco; el tomo 5 de Documentos del Archivo Real del Seibo, ambiciosa empresa de transcripción emprendida por la sección de paleografía del AGN; los dos tomos de las Cuentas de las Cajas Reales de Santo Domingo, del periodo 1520-1534, otro resultado de la labor de rescate del patrimonio que lleva a cabo el investigador Genaro Rodríguez Morel en archivos españoles; la edición fasimilar del Breve Tratado de Derecho Administrativo…, una verdaera joya bibliográfica, de José María Morilla, considerado el primer administrativista de América; entre otros que el espacio no permite enumerar, ilustran el alcance del trabajo de difusión cultural, comprometido con la historia de este país, que realiza esta institución.
En lo que respecta a la ficción histórica o historia novelada, el lector podrá disfrutar de Charamicos, extraordinaria novela de Ángela Hernández, en la que las batallas civiles y estudiantiles durante los 12 años de Balaguer quedan plasmadas con vívidos colores;
Baní o Engracia y Antoñita, de Francisco Gregorio Billini, edición cotejada con los originales manuscritos del autor por el editor Andrés Blanco; El jardín de las llaves, de Eliades Acosta, en la cual la exuberante fantasía del autor sumerge la figura de Trujillo en un ámbito mágico.
Colegas latinoamericanos aportan también a este fecundo catálogo con dos importantes publicaciones: el Diccionario de residentes de la cuenca del Caribe…, en dos tomos, del investigador puertorriqueño Luis Burset, y La Revolución Francesa en La Española: Saint Domingue-Santo Domingo, 1789-1795, del colombiano Carlos Alberto Murgueitio. Ambos enriquecen sustancialmente la historia desde una perspectiva latinoamericanista y caribeña.
Vale destacar la historieta, a todo color, concebida por de Etzel Báez, El crimen de las hermanas Mirabal y Rufino de la Cruz, en la que el texto y la plástica se mezclan para plasmar este terrible crimen que condenó para siempre a la dictadura trujillista.
Otros libros completan este verdadero convite a la lectura: La mujer china: del dolor a la esperanza, de Mukien Adriana Sang Ben, y Actitudes femeninas frente a los oficios no tradicionales, de Lusitania Martínez—ambas historiadores, junto a Carmen Durán, homenajeadas en la reciente Feria del Libro de Historia Dominicana—; Memorias de Juanito, de Reynolds Pérez Stefan; Un hombre malo, primera traducción al español de esta curiosa novela escrita por un marine norteamericano que participó en la intervención de 1916; Memorias del VI Encientro Nacional de Archivos; el testimonio de Rafael Cucullo BáezNibaje, Marilópez y la Cruz de Marilópez; y el número 155 del Boletín del Archivo General de la Nación.
Sin duda, hay que agradecer al AGN estas publicaciones y sobre todo la continuidad de este esfuerzo que, durante el actual año (no obstante la pandemia), promete dar a conocer otros textos con lo más relevante de la historia nacional desde diversas perspectivas.