Santo Domingo.- Hace unos días el Licenciado Francisco Robles publicaba un artículo titulado “Los tres grandes retos de la educación a distancia”, dicho artículo fomenta el diálogo mientras plantea una serie de interrogantes sobre los retos de la educación a distancia en República Dominicana. Esta es la continuación detallada del mismo, con las respuestas a las preguntas planteadas, en palabras del mismo Francisco Robles:
Todo comienza con la planificación y un entendimiento completo de la situación desde las diferentes ópticas. En el mundo de los negocios contamos con la herramienta del balance scorecard, donde se analizan las perspectivas financiera, clientes y procesos internos. En el renglón educativo, bajo la covidianidad y en República Dominicana, se hace necesario modificar este concepto y adaptarlo a una nueva realidad nunca antes vista. Yo lo defino bajo las directrices; perspectiva tecnológica, perspectiva de conocimiento y perspectiva familiar.
Perspectiva tecnológica
Entender la perspectiva tecnológica nos da las respuestas a las preguntas planteadas en el artículo. Según el reporte de We Are Social Y Hootsuite, la penetración del internet es del 75% de la población actualizada a enero 2020, siendo un 80% en el caso de móviles. Pero al pasar por un barrio y salir del universo encuestado, al visitar pueblos remotos y comunidades donde los centros de internet siguen siendo una realidad necesaria, nos damos cuenta que los números estadísticos recopilados por externos a la situación real del país, son solo eso, números.
Entonces, ¿Cómo logramos que los estudiantes tengan acceso a Internet? Entendiendo las herramientas que nos permite la tecnología para acceder a contenido mientras se está offline. Por ejemplo, una de las funciones que más he utilizado de Netflix y YouTube premium es la de descargar contenido para poder visualizarlo mientras voy de viaje, sin ningún tipo de conectividad.
Perspectiva de conocimiento
Entender estadísticamente el conocimiento y comportamientos de uso de los estudiantes es un trabajo que aún está pendiente de realizar, falta mucha información y son tiempos donde se dificulta la realización de encuestas que permitan una muestra representativa de la población dominicana, entonces con esta perspectiva podemos asumir soluciones bajo intuición profesional y conocimiento de las realidades de los barrios, ensanches, ciudades y pueblos.
¿Los estudiantes tienen conocimiento previo de la plataforma a utilizar?
Hace tres años publiqué en un periódico del país un artículo llamado “Ya no estamos en el 2007 – Las 3 claves para lograr el éxito online, hoy”, citando el mismo: “Los usuarios de hoy se caracterizan por tres máximas: no asumen, lo cuestionan todo; no se inhiben, lo comparten todo; no se complican, simplifican”.
Perspectiva familiar
La familia es lo más importante y donde recae la mayor responsabilidad del sistema educativo. Si bien dejo esta perspectiva de último, es la más importante de todas. Contar con un núcleo familiar sano es parte intrínseca de un mejor rendimiento académico y modificación positiva de los valores e indicadores globales y locales de una educación de calidad.
¿Los estudiantes viven en un entorno familiar sano? Aquí la pregunta es más profunda de lo que aparenta, pues ¿Cómo se garantiza un entorno sano cuando las prioridades de los padres son otras? Ese es un tema que podemos tratar más a detalle en otra ocasión, pero en general creo en las herramientas tecnológicas y la inteligencia artificial para detectar patrones de riesgo en los entornos familiares, a través de un seguimiento y escucha pasiva de los indicadores escolares y consultas recurrentes con el personal pedagógico de las instituciones educativas y estudiantes.
¿Los estudiantes realmente quieren clases virtuales? No es cuestión de gustos, hay que adaptarse a la realidad que estamos viviendo, y los cambios. Incluso si no existiese la COVID 19, el modelo educativo dominicano tradicional no puede seguir vigente en su totalidad, pues ha demostrado sus fallas al medirlo junto al de otros países con poblaciones, productos internos brutos y culturas similares.
Para finalizar, la reflexión en general es que lo virtual llegó para quedarse, no vale la pena quedarnos en “la nave del olvido” y hacernos de la idea de que podremos continuar haciendo todo como antaño. El país cuenta con las herramientas tecnológicas y me atrevo a decir que con el presupuesto e infraestructura digital y física para aplicar lo que aquí expongo al 100%. Pero no nos confundamos.
No será fácil, pues el cambio real comienza desde adentro y entendiendo que al final del día solo somos humanos, y habrán elementos que no podremos controlar. Pero vale la pena luchar y seguir adelante para así garantizar que se fortalezca el renglón más importante para eliminar la pobreza; la educación.