Un barrio de la capital haitiana se ha convertido desde el domingo en escenario de ataques mortales de bandas criminales que se intensificaron este jueves, informaron testigos a la AFP, en un momento en que las manifestaciones contra la inseguridad se extienden por todo el país.
El jueves al amanecer se oyeron ráfagas de armas automáticas en el barrio de Solino, en el sur de Puerto Príncipe, con columnas de humo que se elevaban en el cielo, según un corresponsal de la AFP.
Miembros de una pandilla que opera en Bel-Air, un distrito vecino, han estado llevando a cabo ataques en la zona desde el domingo, dijo a la AFP un residente.
Los testigos confirmaron que había muerto, pero no pudieron precisar el número.
Según Pierre Espérance, director ejecutivo de la organización humanitaria Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos, al menos 20 personas han muerto en estos ataques desde el domingo.
“Entre las víctimas hay personas que fueron asesinadas en el interior de sus casas incendiadas y otras que fueron tiroteadas por los bandidos cuando intentaban huir de los ataques”, asegura.
Distritos vecinos, como Carrefour Péan y Delmas 24, también han sido blancos de los asaltos de las bandas.
Para protegerse, los residentes han levantado barricadas por toda la capital y sus alrededores.
Paralelamente, se han producido manifestaciones antigubernamentales en todo Haití en respuesta a una convocatoria de Guy Philippe, antiguo jefe de policía y político haitiano que regresó al país tras cumplir condena en Estados Unidos por blanqueo de dinero relacionado con el narcotráfico.
Cientos de personas protestan desde principios de semana en las comunas de Jérémie, Miragoâne y Ouanaminthe para pedir la dimisión del primer ministro Ariel Henry, en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021.
Los manifestantes le reprochan su inacción al frente del país, aislado por una profunda crisis económica, de seguridad y política que ha reforzado el control de las bandas. El año pasado, la ONU estimó que las pandillas controlaban alrededor del 80% de la capital.
Ante tal crisis humanitaria y de seguridad, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acordó en octubre enviar una misión multinacional a Haití, encabezada por Kenia, para ayudar a la policía local.