Estados Unidos.- La ONU presentó el viernes un nuevo sistema de detección y alerta desde el espacio para intentar frenar las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero muy potente.
El programa satelital, denominado “Sistema de Alerta y Respuesta al Metano” (MARS por sus siglas en inglés), fue anunciado en el marco de la conferencia del clima de Sharm el Sheij (COP27).
Será “el primer sistema mundial y público capaz de vincular de forma transparente la detección del metano a un proceso de notificación”, explicó la agencia de la ONU para el medio ambiente (UNEP).
Los satélites podrán identificar las grandes fugas de este gas para que los gobiernos y empresas puedan reaccionar rápidamente.
El metano (CH4) es un gas que suele acompañar la extracción de petróleo o gas natural. Su capacidad de generar un efecto invernadero es 25 veces superior al CO2 en un periodo de 100 años.
Los científicos consideran que es responsable de como mínimo una cuarta parte del calentamiento del planeta.
Al mismo tiempo, el metano dura mucho menos en la atmósfera que el CO2. Recortar esas emisiones tendría un efecto visible muy rápido.
Aproximadamente la mitad las emisiones de metano están vinculadas a la actividad humana, en particular la industria petroquímica y la agricultura y ganadería.
En la COP26 de Glasgow el año pasado varios países se comprometieron e reducir las emisiones de ese gas en al menos un 30% de aquí a 2030, lo que representaría una reducción de 0,2 °C del calentamiento antes de 2050. El compromiso ha sido firmado hasta la fecha por 130 países, entre ellos Estados Unidos y la Unión Europea, pero no Rusia.
“La transparencia es una parte vital de la solución para resolver el problema del metano y ese nuevo sistema ayudará a los productores a detectar las fugas y a interrumpirlas rápidamente”, declaró Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Una declaración común de la Unión Europea y Estados Unidos está prevista durante la COP27 para aumentar el compromiso de los principales países importadores y exportadores de petróleo y gas.
Pero las organizaciones ecologistas critican que ese anuncio no vendrá acompañado de ninguna obligación legal.