El presidente de Chile, Gabriel Boric, comenzó este lunes la búsqueda de un nuevo camino para reformar la Constitución vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con varias reuniones políticas de la que se restó la oposición.
Luego del aplastante triunfo de la opción “Rechazo” al cambio constitucional, el mandatario se reunió en el palacio presidencial de La Moneda con los presidentes de ambas cámaras del Congreso y luego con el Comité Político de su gabinete, más los jefes de partido de la coalición de gobierno.
Tras la reunión, el presidente del Senado, Álvaro Elizalde indicó a la prensa que se convocará a todos los partidos, movimientos sociales y a representantes de la sociedad civil “para promover un diálogo, que nos permita a la brevedad posible transmitir una certeza a Chile, establecer un camino de diálogo institucional para cumplir con el compromiso de avanzar hacia una Constitución”.
En la lista de convocados figuraban también alcaldes y gobernadores. Sin embargo, ningún partido de la derecha opositora confirmó asistencia a la espera del anunciado cambio de gabinete que realizaría el martes el mandatario para encarar esta nueva etapa.
“Lo que requerimos obviamente es establecer los márgenes de esta segunda oportunidad para que la ciudadanía pueda realmente definir cual es el texto que lo representa”, afirmó de su lado Camila Vallejo, vocera del Gobierno.
El plebiscito constitucional del domingo dejó un mensaje claro: la propuesta de Carta Magna elaborada por una Convención Constitucional, formada por 154 constituyentes elegidos de forma paritaria y con escaños indígenas reservados, no convenció a la población.
El “Rechazo” se impuso con 61,86% de los votos frente al 38,14% del “Apruebo”. Fue una jornada con una participación histórica, de casi 13 millones de electores de un total de 15,1 millones convocados a votar de forma obligatoria.
– Duro golpe –
Una vez conocidos los resultados, que propinaron un duro golpe a su gobierno favorable al “Apruebo”, el presidente Boric afirmó: “Hay que escuchar la voz del pueblo”. El “malestar sigue latente” y Chile no lo puede ignorar, en referencia al estallido social de 2019.
“Encontrar un camino rápido hacia adelante beneficiaría al gobierno, que ha recibido un duro golpe de los resultados de anoche”, afirmó Mariano Machado, analista de riesgos de Verisk Maplecorf.
Con el triunfo aplastante en contra de la propuesta constitucional, la actual Carta Magna elaborada en 1980 bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) sigue vigente, aunque la mayoría de votantes, líderes políticos y organizaciones sociales coinciden en que Chile quiere una distinta.
El gran protagonista de los cambios será el Congreso, integrado en un 50% por la derecha. El resto se reparte entre independientes, socialistas y democratacristianos.
“Dado el nivel de incertidumbre y la distancia ideológica entre los campos, es muy probable que haya un punto muerto en la búsqueda de un plan B”, señala no obstante Machado.
La Unión Europea reaccionó al resultado del referéndum este lunes y subrayó la necesidad de seguir adelante.
“La UE toma nota del compromiso expresado por el presidente Boric y por todo el espectro político sobre la necesidad de proseguir el proceso constitucional, en consonancia con el deseo del pueblo chileno de un nuevo acuerdo constitucional que reúna el apoyo de una amplia mayoría de ciudadanos”, dijo el portavoz de la Unión Europea en un comunicado.
– Bolsa sube; peso tiene volátil jornada –
Tras el contundente resultado, la Bolsa de Comercio de Chile abrió el lunes con alza el 3,65% pero luego moderó su avance y cerró la jornada con un incremento de 1,71%.
El peso también vivió una volátil jornada. En la apertura se apreció fuerte pero luego también frenó su avance y concluyó sus transacciones en 881,30, marcando una ligera apreciación de 0,34%.
El proyecto de nueva Constitución mantenía los pilares de la economía chilena pero aspiraba a consagrar un nuevo catálogo de derechos sociales en materia de salud, derecho al aborto, a la educación y pensiones, con énfasis medioambiental y una “plurinacionalidad” indígena.
La contundente victoria del “Rechazo” se explica por el temor de una gran mayoría de que la nueva Constitución anularía a la oposición política, además de la falta de gradualidad en la implementación de las medidas que se proponían, explicó a la AFP el analista Marcelo Mella, de la Universidad de Santiago.
El contenido del texto, considerado demasiado radical por parte de la población, y las polémicas actuaciones de los convencionales también aparecen como factores, junto al escenario de desaceleración económica y de alta inflación.