El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se reunirá con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el balneario ruso de Sochi, en el mar Negro, el 5 de agosto, anunció el martes la presidencia turca.
Los dos dirigentes se reunieron por última vez el 19 de julio en Teherán, tres días antes de la firma de un acuerdo entre Rusia, Ucrania, Turquía y las Naciones Unidas para permitir la reanudación del comercio de cereales urcranianos a través del Mar Negro, bloqueado desde el comienzo de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
El centro de coordinación abrirá oficialmente el miércoles en Estambul.
Esta reunión sorpresa a orillas del Mar Negro se produce también cuando el presidente turco amenaza desde mayo con lanzar una ofensiva en el noreste de Siria, para establecer una zona de seguridad de 30 km en su frontera y alejar a los combatientes kurdos del PKK y sus aliados.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán es considerado como organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea.
En Teherán, Erdogan se mostró decidido a llevar a cabo esta ofensiva a pesar de la oposición reiterada del presidente Putin y de su homólogo iraní Ebrahim Raissi, que apoyan a las milicias auxiliares en la región.
Los tres jefes de Estado firmaron, sin embargo, un comunicado conjunto, apoyando implícitamente a Turquía, en el que se rechazan “todas las iniciativas ilegítimas de autodeterminación”.
También manifestaron “su voluntad de oponerse a ambiciones separatistas que podrían socavar la soberanía y la integridad de Siria” y amenazar la seguridad de los países vecinos con “ataques transfronterizos e infiltraciones”.