París, Francia. Una pequeña hecatombe de favoritos en Wimbledon, algunas bajas antes de la salida del Tour de Francia si el recrudecimiento de casos de Covid no ha puesto completamente patas arriba a las competiciones europeas, éste hace planear de nuevo una amenaza que parecía ya descartada.
El episodio de Wimbledon, donde en cada una de las dos rondas un semifinalista de ediciones anteriores ha tenido que causar baja (el croata Marín Cilic y el italiano Matteo Berrettini), ha despertado el miedo a una epidemia.
Un episodio que ha señalado sobre todo a la falta de un protocolo en el torneo londinese, con los jugadores teniendo que realizarse los test por su cuenta. Es ahí donde la situación se vuelve absurda. Al ya no ser obligatorios los test en los principales eventos deportivos, a excepción del Tour de Francia, eso permite a los deportistas positivos pero asintomáticos participar.
– Varios casos antes del Tour –
Es el caso por ejemplo de la próxima Eurocopa de fútbol femenina, que arranca en cinco días. Preguntada por la situación, la seleccionadora de Francia, Corinne Diacre, lo resumió a la perfección, explicando que las ‘Blues’ estaban bajo la dirección de la UEFA y que harían lo que la instancia pide, “es decir, no gran cosa”.
“La única restricción que tenemos y que nos es impuesta por la UEFA es la de llevar mascarillas FFP2 al llegar al estadio y en los vestuarios. Pero una vez estemos entre nosotras, hará falta de todas maneras quitárnosla para jugar”, explicó.
¿Hace falta reintroducir un protocolo estricto para las competiciones? Una posibilidad que sería a priori difícil de entender para los y las deportistas, mientras que los propios estados no modifiquen las reglas para el resto de la población.
“Hemos pagado el precio con un año de burbujas y test. Todos nos hemos vacunado. El Covid forma ahora parte de nuestras vidas”, estimó la jugadora de tenis francesa Alizé Cornet, después de las bajas de Cilic y Berrettini.
La situación, a pesar de todo, ha obligado a la Unión ciclista internacional (UCI) a reintroducir los test para el Tour de Francia, modificando su protocolo a pocos días de la salida de la ‘Grande Boucle’.
La Vuelta a Suiza sirvió de advertencia después de que una treintena de ciclistas tuviera que declarar baja y de que varios equipos se vieran obligados a reorganizar sus plantillas después de varios casos de Covid, justo antes del Tour.
Pero si un caso positivo ocurre durante el Tour, la decisión de aislar o excluir a la persona positiva no se hará de forma automática, sino que será tomada de manera conjunta con los médicos de los equipos, del Tour y el director médico de la UCI.
– “Estamos acostumbrados” –
El patrón el Tour, Christian Prudhomme, intenta también hacer pedagogía, pidiendo a los corredores “rechazar selfies y autógrafos”. La configuración particular de una prueba como el Tour de Francia, con un público próximo a los corredores, obliga a un nivel de atención más especial.
En la selección francesa de rugby, que está de de gira en Japón desde hace diez días, dos jugadores (Aymeric Luc y Max Spring) dieron positivo antes de la salida hacia el país nipón y se han unido al resto del equipo después de su aislamiento. Los test están impuestos por la federación japonesa, que no se detuvo ahí. Llegados a Japón, todo el equipo tuvo que someterse a test después de tres días de cuarentena.
“Lamentablemente, estamos acostumbrados”, explicó el jugador Antoine Hastoy en rueda de prensa. “Fue igual durante la gira en Australia el pasado verano (boreal). Hace más de dos años que vivimos con ello. Hacemos todo lo posible para que el virus no se propague en nuestro equipo”, añadió.
“Seguimos pasando momentos juntos, hemos dicho que era importante para nosotros hacerlo y además el Covid está en todos lados, lo sabemos todos”, estimó otro jugador Thomas Lavault, con un tono fatalista.