El pintor abstracto afroestadounidense Sam Gilliam, un aclamado colorista conocido por abandonar el marco y colgar el lienzo sin soporte, murió el sábado a los 88 años, anunciaron este lunes dos galerías que colaboraron con él.
El artista, nacido en 1933 en el estado de Misisipi, fue el primer afroestadounidense en representar a Estados Unidos en la Bienal de Venecia de 1972.
“Sam Gilliam fue uno de los gigantes del Modernismo”, dijo Arne Glimcher, fundador de la Galería Pace en Nueva York, citado en el comunicado.
Gilliam, que vivió la mayor parte de su vida en Washington, “logró transmitir los tormentos y triunfos” de la vida a través del lenguaje universal de la abstracción y “se hizo un nombre con “un trabajo revolucionario que liberó el lienzo de su soporte”, añadió.
Gilliam experimentó doblando lienzos, y en la década de 1960 realizó algunas de sus obras más emblemáticas, las “Drapes”.
En ellas despojaba completamente los lienzos de los soportes de madera para dejarlos caer libremente del techo o de las paredes.
“Estas obras revolucionarias (…) han cambiado la historia del arte”, escriben Glimcher y otro galerista, David Kordansky, quien considera que “Sam encarnaba un espíritu vital de libertad”. “Gilliam transformó el soporte de la pintura y su relación con el contexto espacial y arquitectónico en el que se ve”.
“1968 fue un año revelador”, explicó en su día el artista, quien se inspiró para las “Drapes” viendo como “algo flotaba en el aire”.
Tres de estas obras se exhiben actualmente en la Fundación Louis Vuitton de París hasta el 29 de agosto de 2022.
Según The New York Times, falleció en su domicilio de Washington de una insuficiencia renal.