Juez neoyorquino revoca ley que permitía votar a 800.000 inmigrantes

Juez neoyorquino revoca ley que permitía votar a 800.000 inmigrantes

Un juez de la Corte Suprema del estado de Nueva York revocó este lunes una ley aprobada el pasado diciembre por el consejo de gobierno de Nueva York que permitía votar a 800.000 inmigrantes en las elecciones locales, alegando que viola la Constitución del Estado.

El juez Ralph J. Porzio considera que la decisión de permitir a los extranjeros votar debe ser aprobada en referéndum.

La medida, que iba a entrar en vigor en enero del próximo año, habría permitido a más de 800.000 inmigrantes con permiso de residencia y personas con permiso de trabajo en Estados Unidos elegir a las autoridades locales, entre ellos el alcalde y los diputados del Consejo Municipal, el parlamento de la ciudad, creando la categoría de “votantes municipales”.

“La Constitución del Estado de Nueva York establece que los ciudadanos que cumplen los requisitos de edad y residencia tienen derecho a inscribirse y votar en las elecciones”, dice el juez de Staten Island en su fallo.

“No hay hay capacidad legal para que la Ciudad de Nueva York emita leyes incompatibles que permitan a los extranjeros votar y superar la autoridad que otorga la Constitución del Estado de Nueva York”.

Nueva York se había convertido en la mayor ciudad del país en permitir a los extranjeros legales votar en las elecciones locales, en un país cada vez más dividido al respecto.

Líderes republicanos estatales y federales, así como funcionarios de este partido locales, recurrieron ante el Tribunal Supremo local la ley alegando que diluye el poder de los ciudadanos nacionales.

“La decisión de hoy nos da la razón a los que podemos leer el texto de nuestra constitución y los estatutos del estado”, reaccionó Joseph Boreilli, diputado republicano del Consejo Municipal, uno de los que presentó el recurso, citado por The New York Times.

“El voto de los extranjeros en Nueva York es ilegal”, asegura.

Tanto el alcalde anterior, el demócrata Bill de Blasio, como el actual Eric Adams, ambos demócratas, habían mostrado su preocupación sobre la viabilidad de la ley.

Aprobada el 9 de diciembre del pasado año, De Blasio ni la vetó ni la firmó antes de entregar el cargo a su sucesor, Adams, que hizo lo mismo.

Sin vetos ni firmas de la máxima autoridad de la ciudad, le ley había quedado aprobada, pero su recorrido ha sido corto.