Un inversionista en dogecoin, criptomoneda creada originalmente como una broma pero cuyo valor aumentó y disminuyó a medida que lo promovía Elon Musk, presentó el jueves una demanda de 258.000 millones de dólares contra el multimillonario y sus empresas Tesla y SpaceX.
Keith Johnson, que dice que perdió dinero después de invertir en dogecoin, se describió a sí mismo como un “ciudadano estadounidense que fue estafado” por lo que llamó un “esquema piramidal criptográfico de Dogecoin”.
Johnson solicita que su denuncia, presentada en un tribunal de Nueva York, se clasifique como demanda colectiva en nombre de quienes han sufrido pérdidas al invertir en dogecoin desde 2019.
Desde que Musk comenzó a promocionar la moneda virtual, los inversores han perdido alrededor de 86.000 millones de dólares, estima Johnson. Su deseo es que Musk reembolse a los inversionistas esta suma, además de pagar el doble en daños: 172.000 millones adicionales.
Los creadores del dogecoin, inventado en 2013, dicen que pretendía ser una respuesta irónica a dos grandes fenómenos de Internet: las criptomonedas como bitcóin y la imagen de un meme de un perro Shiba Inu.
El precio del dogecoin se negoció en décimas de centavo de dólar durante la mayor parte de su existencia. Pero su valor dio un salto a principios de 2021, subiendo a 0,73 dólares en mayo de ese año, en medio de un frenesí de compras en torno a la saga GameStop y tras mensajes humorísticos al respecto de Musk.
El jueves, sin embargo, valía menos de seis centavos.
Johnson dijo que cree que Musk aumentó “el precio, la capitalización de mercado y el volumen de negociación del Dogecoin” a través de su promoción. Para ejemplificar incluyó tuits de Musk, el hombre más rico del mundo que tiene más de 98 millones de seguidores en Twitter, incluido uno que prometía que SpaceX “pondría una Dogecoin en la mismísima luna”.
Johnson mencionó en la demanda a Tesla, fabricante de automóviles eléctricos propiedad de Musk, ya que acepta al dogecoin como pago por ciertos productos derivados. SpaceX también fue incluido por haber nombrado doge a uno de sus satélites.
Johnson vinculó a la criptomoneda con un esquema piramidal, pues no tiene valor intrínseco ni es un producto. Además, no está respaldada por un activo tangible y la cantidad de “monedas” es ilimitada.
Las demandas de inversionistas que se sienten engañados por las promesas de la moneda virtual están aumentando en Estados Unidos.