Santo Domingo.- La Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH) acusó hoy a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de haberse convertido en un “instrumento político”, tras impedir en algunos casos que se avanzara rápidamente en el desarrollo de soluciones para combatir la pandemia por el COVID-19.
“Después de millones de muertes, de destrozar la economía mundial y de servir para limitar las libertades de miles de millones de personas en el mundo, hoy nos encontramos en un escenario que nos permite analizar lo sucedido, en cuyo contexto observamos situaciones sin explicación, carentes de algún beneficio y absurdas por demás”, afirmó el presidente de la CMDH y exprocurador mexicano René Bolio Halloran.
Bolio Halloran destacó que una de las “malas decisiones de la OMS” fue no dejar que Taiwán ingresara a dicho organismo, “con lo que no se afectó esta nación”, aseguró el también exsenador, sino que se perdieron grandes avances, investigaciones y resultados que obtuvo Taipéi desde el inicio de la pandemia.
Actualmente, Taiwán continúa invirtiendo en el desarrollo tecnológico y tiene avances que Bolio Halloran califica de “espectaculares”, como un fármaco que previene la difusión del virus y puede detener la pandemia.
Asimismo, dijo, la nación asiática también cuenta con una “eficiente vacuna” que ha sido aceptada y usada con éxito en una decena de países, pero que, sin embargo, no se ha masificado por la negativa de la OMS.
“El gobierno taiwanés quiso colaborar en la pandemia, teniendo mucho que aportar de sus exitosas experiencias, sin embargo, China comunista vetó su ingreso a la OMS e impidió que estos conocimientos pudieran ser compartidos y difundidos. El veto no tuvo argumentos, ya que no los hay. Prefirieron que se expandiera la mortalidad antes que aceptar la participación de quien pudo domar la pandemia desde su inicio”, añadió.
Para el activista, toda la información recabada y analizada por Taiwán durante la pandemia ha sido puesta a disposición de la OMS. No obstante, se han negado a incluirla en los análisis que se hacen de los demás países, de manera absurda.
Destacó que Taiwán avanzó a pasos acelerados desde que tuvo noticias del virus, a pesar de que China comunista trató de ocultarlo, y con ello se desaprovecharon oportunidades muy valiosas de conservar la salud y la vida de millones de personas.
Finalmente dijo que “los gobiernos democráticos del mundo deben poner los intereses de sus ciudadanos por encima de las amenazas de la dictadura china y aceptar de una vez a Taiwán como parte de la comunidad internacional, en especial en las organizaciones responsables de la salud humana”.