La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos se alarmó el sábado por los recientes enfrentamientos mortales entre musulmanes y cristianos ortodoxos en Etiopía y pidió a las autoridades que investiguen y lleven a los autores ante la justicia.
Michelle Bachelet afirmó estar “profundamente consternada” por la violencia, que causó al menos 30 muertos y más de 100 heridos a finales de abril en el norte de Etiopía, según las Naciones Unidas.
Los enfrentamientos comenzaron el 26 de abril en Gondar, en la región de Amhara, aparentemente como consecuencia de un conflicto de tierras, antes de extenderse rápidamente a otras regiones y a la capital etíop, Adís Abeba, indicó.
El consejo de asuntos islámicos de Amhara declaró entonces que el funeral de un anciano musulmán había sido atacado, describiendo la escena como una “masacre” perpetrada por “cristianos extremistas” fuertemente armados.
El cementerio donde se llevó a cabo el ataque se encuentra junto a una mezquita y una iglesia y es objeto de un conflicto permanente entre musulmanes y cristianos ortodoxos.
“Parece que dos mezquitas fueron quemadas y otras dos parcialmente destruidas en Gondar”, declaró Bachelet.
“En las aparentes represalias que siguieron, dos cristianos ortodoxos habrían sido quemados vivos, un hombre muerto a hachazos y cinco iglesias incendiadas” en el sudoeste del país, precisó, añadiendo que otras regiones se habían visto afectadas por enfrentamientos.
En total, la policía habría arrestado y detenido al menos a 578 personas en al menos cuatro ciudades relacionadas con los enfrentamientos, subrayó.