Cuba denunció el lunes que Estados Unidos la excluyó de los preparativos para la 9ª Cumbre de las Américas que se celebrará en junio en Los Ángeles, considerando que sería un “retroceso histórico” de la administración de Joe Biden.
“Debo denunciar que el gobierno de Estados Unidos ha decidido excluir a la República de Cuba de los preparativos de la 9ª Cumbre de las Américas”, que tendrá lugar entre el 8 y el 10 de junio en la citada ciudad de California, dijo en una declaración de prensa el canciller Bruno Rodríguez.
El funcionario instó al secretario de Estado, Antony Blinken, a aclarar si el gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel será convocado.
Rodríguez aseguró tener evidencias de que Washington “ejerce en este momento presiones extremas sobre numerosos gobiernos de la región que se oponen” a dicha exclusión.
Consideró que no invitar a La Habana sería un “grave retroceso histórico”, luego de que la isla participó en las dos últimas cumbres, en 2015, en Panamá, y en 2018, en Lima, “en las cuales Cuba participó en pie de igualdad”
Estados Unidos busca lograr con los países de América Latina un acuerdo “firme” sobre migración de cara a la próxima Cumbre de Las Américas, dijo Blinken la semana pasada durante una visita a Panamá, donde se reunió con ministros de una veintena de países de la región en busca de acuerdos para abordar ese tema en la región.
“Reprimir la migración”
“En este momento se negocia a espaldas de la opinión pública un documento Carta de entendimiento sobre gestión migratoria y protección a migrantes”, indicó Rodríguez.
Se trata de “un código que pretende obligar a estados latinoamericanos y caribeños a reprimir la migración, a absorber a los migrantes que Estados Unidos decide procesar dentro de su territorio”, añadió.
La reunión se desarrolló en momentos en que Cuba vive una emigración masiva, en medio de su peor crisis económica en casi tres décadas.
Según la oficina de Aduanas de Estados Unidos, desde octubre de 2021 hasta marzo de 2022, más de 78.000 cubanos entraron al país por la frontera con México, cifra que casi duplica el número de nacionales que abandonó la isla durante la llamada “crisis de los balseros”, en 1994.
Los migrantes cubanos son el segundo mayor grupo, después de los hondureños, que llega a la frontera norte de México para pasar de forma ilegal a territorio estadounidense.
Rodríguez indicó que mientras otros países de la región han recibido estímulos de Washington para contener el flujo migratorio, “en Cuba, sin embargo, su receta es el recrudecimiento del bloqueo”.
Washington y La Habana reanudaron el jueves pasado las negociaciones sobre migración interrumpidas desde 2018, en el primer encuentro bilateral de alto nivel desde que Joe Biden llegó a la Casa Blanca en enero de 2021.
Esas conversaciones migratorias “son sin lugar a duda un signo positivo” toda vez que Washington reconoció la plena vigencia de los acuerdos bilaterales de 1994-1995 y 2017, estimó el canciller.
Es “correcto y positivo” que la parte estadounidense haya reconocido el incumplimiento de la entrega de 20.000 visas anuales convenidas y que se disponga a reanudar sus servicios consulares en la embajada de La Habana, aunque de manera limitada, añadió.
Salud y democracia
Rodríguez explicó que además de la emigración, los otros dos temas previstos para la cumbre son salud -básicamente el control de la pandemia de covid- y democracia.
Para la cumbre “se negocia de manera opaca un llamado plan de salud y resiliencia de las Américas hasta el año 2030”, señaló.
Recordó que su país “ha brindado las posibilidades de cooperación internacional en materia de salud” y que propuso a Washington cooperación de ambos con terceros países, “lo que hasta hoy no ha tenido respuesta”.
“Sobre democracia poco podrá exhibir en esa cumbre incompleta el gobierno de Estados Unidos”, dijo Rodríguez, quien ofreció a Washington “discutir estos asuntos de manera bilateral, multilateral”, sin temor.
Estados Unidos ha insistido en la liberación de cientos de manifestantes presos por las históricas protestas que estallaron el 11 de julio de 2021 en cerca de 50 ciudades cubanas.