Tras el acuerdo extrajudicial alcanzado por el príncipe Andrés y Virginia Giuffre, quien lo denunció por abusos sexuales, se ha cerrado el caso en el tribunal de Manhattan que lo instruía, según un documento publicado este martes.
El documento, fechado el 8 de marzo, señala que el acuerdo del 12 de febrero entre Virginia Giuffre y el príncipe Andrés supone la “retirada de esta acción” y precisa que “cada una de las partes” asumirá los gastos incurridos en el mismo, según los respectivos abogados de la denunciante y el denunciado, David Boies y Andrew B. Brettler.
El juez instructor Lewis A. Kaplan certifica asimismo el fin del proceso.
El príncipe y la estadounidense Virginia Giuffre llegaron a un acuerdo extrajudicial para poner fin a un proceso civil que de haber seguido hubiera puesto en aprietos a la familia real británica.
El arreglo financiero entre ambos se mantiene en secreto. La información sobre el acuerdo se limitaba a precisar que el duque de York tenía la intención “de hacer una donación sustancial a la organización de Virginia Giuffre”, creada el año pasado para ayudar a las víctimas de tráfico sexual.
Según la prensa británica, el duque de York, de 61 años, se habría comprometido a pagar a Giuffre hasta 16 millones de dólares para zanjar el caso.
El hijo de la reina Isabel II fue objeto de una demanda de Giuffre, de 38 años, quien lo acusaba de haber abusado sexualmente de ella cuando tenía 17 años.
Giuffre fue una de tantas víctimas del multimillonario Jeffrey Epstein, acusado de pederastia y quien fue encontrado muerto en una cárcel de Manhattan en agosto de 2019 cuando aguardaba a ser juzgado.
Con el acuerdo, el príncipe, que siempre ha negado las acusaciones de Giuffre, ha evitado un juicio civil en Estados Unidos, especialmente embarazoso para la familia real británica en el año en que Isabel II celebra su 70 años de reinado.
En un intento de proteger a la monarquía, Andrés fue privado en enero de sus honores y títulos militares ni puede utilizar su título de Alteza Real.
El tercer hijo de la reina ya se había tenido que retirar de la vida pública tras una desastrosa entrevista a la BBC en 2019, en la que no mostró arrepentimiento por su amistad con Epstein ni la menor empatía por las víctimas del financiero estadounidense.