Desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania empresas de diversos sectores han anunciado su retirada de Rusia o han suspendido temporalmente sus servicios como parte de un paquete de duras sanciones internacionales.
Se trata de un abanico de compañías: entre ellas las multinacionales de pagos Mastercard y Visa y las tiendas del grupo Inditex, a pesar de que Rusia constituye alrededor del 8,5% del resultado operativo global del grupo.
En este contexto hay empresas que no están dispuestas a romper las relaciones con Rusia. Si bien TotalEnergies rechazó la operación militar, no dijo que se iría de Rusia, sino que “no proporcionaría capital para nuevos proyectos”. Ahora se teme que seguirá la presión para que la empresa se desvincule aún más de Moscú.
Otra empresa que no quiso salir de Rusia es la empresa de textiles Uniqlo Fast Retailing que mantendrá abiertas sus tiendas en Rusia. “La ropa es una necesidad de vida. Los rusos tienen el mismo derecho a vivir que nosotros”, dijo el director general de la empresa textil japonesa, Tadashi Yanai, en declaraciones recogidas por Nikkei y Bloomberg.
Presión de Ucrania
Pero estas empresas están ahora bajo presión para suspender sus negocios. Una de las iniciativas proviene desde Ucrania, desde la organización oficial Transparency International Ukraine que difunde en sus páginas de redes sociales anuncios para apuntar a esas compañías en un deseo de presionar más la población del país.
Con imágenes que dicen “Ayuda a la guerra con Oreo”, o “¿Es la guerra tu elección?” en las latas de Pepsi, están llamando a todas las empresas a cerrar sus negocios, actualizando la lista de las compañías a diario.
Transparency International Ukraine se trata de una organización no gubernamental registrada en Alemania y fundada en 1993 por antiguos empleados del Banco Mundial.
Con sede en Berlín, su objetivo no lucrativo y no gubernamental es “actuar para combatir la corrupción global” con medidas anticorrupción de la sociedad civil y prevenir las actividades delictivas derivadas de la corrupción.
Sin embargo, las investigaciones de Transparencia Internacional han sido criticadas por ser parciales como por no ser independientes.Aquí cabe mencionar de dónde provienen las donaciones de la organización: son subvenciones del Gobierno estadounidense, del Reino Unido y de la Comisión Europea, así como de fundaciones no gubernamentales, como Open Society Foundations (OSF), antes conocida como la Open Society Institute, una red internacional fundada por el magnate George Soros.
Empresas retiradas
Presionados por la opinión pública para cortar sus puentes con Moscú, el gigante de los refrescos Coca Cola anunció el martes la suspensión de sus operaciones en Rusia, mientras su competidor PespsiCo prevé suspender la venta de bebidas pero seguir suministrando alimentos.
Coca Cola no ofrece detalles sobre sus actividades en Rusia y se limita a informar en un breve comunicado que seguirá “vigilando y evaluando la situación a medida que evoluciona”.
El patrón de PepsiCo, Ramón Laguarta, recordó por su parte en un mensaje que su empresa está presente en Rusia desde hace 60 años.
Otros grandes grupos estadounidenses criticados por no alejarse de Moscú también anunciaron el martes la suspensión de sus actividades en Rusia. McDonald’s en particular, anunció el cierre de sus 850 restaurantes en el país.
Starbucks también anunció el cierre temporal de sus 130 cafés en Rusia, que pertenecen a un conglomerado kuwaití.
El grupo kuwaití que posee la licencia para operar en el país, “aceptó suspender inmediatamente las operaciones en las tiendas y ofrecerá apoyo a cerca de 2.000 empleados que dependen de Starbucks para vivir“, dijo el director general de la cadena, Kevin Johnson, en un mensaje.
En total, más de 280 grandes empresas con una presencia importante en Rusia han anunciado su retirada, según un inventario actualizado de la Universidad de Yale. Una treintena de multinacionales sigue en el país.