AFP.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue insultado durante una llamada telefónica para celebrar la Navidad cuando un padre utilizó una frase en clave muy popular entre los partidarios del expresidente Donald Trump.
El presidente y su esposa Jill siguieron la tradición de charlar con algunas personas que llamaban a una línea especial para seguir el recorrido de Papá Noel, que es rastreado desde 1955 por el Mando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD).
A través de una videoconferencia desde la Casa Blanca, ambos se conectaron con un hombre que dijo llamarse “Jared”, padre de cuatro hijos.
Tras hablar brevemente con los niños sobre los regalos que habían pedido e instarles a que se fueran a la cama antes de medianoche, Biden habló con el padre y le comentó que ambos tenían un hijo llamado Hunter.
Al finalizar la conversación, el presidente estadounidense deseó “una maravillosa Navidad” a su interlocutor, que respondió “yo también te deseo una maravillosa Navidad, Feliz Navidad”. Luego se despidió con la frase “Vamos, Brandon”.
“Vamos Brandon, estoy de acuerdo”, respondió Biden, sin más comentarios a esta frase en código que en realidad significa “Fuck Joe Biden” (“Que se joda Joe Biden”).
Aunque no quedó claro de inmediato si el presidente había captado la referencia, Jill Biden soltó una risa leve.
El video del intercambio se hizo viral en las redes sociales y algunas personas elogiaron al presidente por permanecer impasible.
Todo comenzó con el error de un reportero de la NBC al entrevistar al piloto de carreras Brandon Brown tras su victoria en una pista de Nascar a principios de octubre.
Levantando la voz para tapar el ruido que llegaba de las gradas, dijo: “Y se puede oír al público coreando: ¡Vamos, Brandon!”. Pero, de hecho, se podía escuchar a la multitud coreando “¡Que se joda Joe Biden!” con toda claridad.
La frase “Let’s Go Brandon” se convirtió rápidamente entonces en un eslogan para insultar a Joe Biden sin utilizar la proscrita “F word”.
Además de los simpatizantes ordinarios de Trump, incluso destacados políticos republicanos han hecho suya la frase.