Londres, Reino Unido | AFP |Un abogado del rey emérito Juan Carlos I defendió el lunes ante la justicia de Inglaterra que este dispone de inmunidad como “miembro de la familia real española”, buscando eludir una demanda por acoso de su examante Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
Daniel Bethlehem argumentó en un tribunal civil de Londres que, en virtud de la ley británica de inmunidad del Estado de 1978, Juan Carlos no puede ser juzgado por los tribunales ingleses y que cualquier acusación en su contra debe presentarse ante la justicia española.
“Esto no sitúa a su majestad por encima de la ley, sino que sólo reconoce que, dada su posición constitucional, está sometido a la jurisdicción del Tribunal Supremo de España, y sólo del Tribunal Supremo de España”, afirmó el abogado ante el magistrado Matthew Nicklin de la Alta Corte londinense.
Y alegó el “interés público en la protección de la dignidad del soberano y los miembros más cercanos de la familia real”.
Juan Carlos I, de 83 años, abdicó en 2014 en favor de su hijo Felipe VI, a raíz de una serie de escándalos que comenzaron en 2012 con una cacería de elefantes en Botsuana adonde viajó acompañado por Corinna zu Sayn-Wittgenstein, una empresaria danesa divorciada de un príncipe alemán del que conservó el apellido, aunque también se la conoce por su nombre de soltera, Corinna Larsen.
Posteriores revelaciones de esta examante sobre presuntas malversaciones por parte de Juan Carlos acabaron llevando al rey emérito a exiliarse en agosto de 2020 a los Emiratos Árabes Unidos.
Allí vive desde entonces, alejado de la vida política española y despojado tras su abdicación de la inmunidad que lo protegió desde que fue nombrado jefe de Estado en 1975, tras la muerte del dictador Francisco Franco que lo había designado como su sucesor.
Durante décadas alabado internacionalmente y respetado a nivel nacional por haber llevado la democracia a España, en los últimos años Juan Carlos ha ido saltando de escándalo en escándalo y convirtiéndose en creciente blanco de la justicia.
Ahora, la que afirma haber sido su amante entre 2004 y 2009, pero hasta 2014 según algunos observadores reales, intenta presentar una demanda civil contra él en el Reino Unido, donde ella tiene dos residencias.
La danesa de 57 años afirma haber sido espiada y acosada por orden del rey emérito.
En documentos judiciales explica haber mantenido una estrecha amistad con el exmonarca durante un tiempo tras su ruptura, cuando este le regaló “obras de arte, joyas y regalos financieros”, incluidos pagos por valor de unos 65 millones de euros (73 millones de dólares) en junio de 2012.
Pero agrega que Juan Carlos intentó reanudar su relación y cuando ella lo rechazó el exsoberano emprendió un “patrón de conducta equivalente al acoso”.
“Exigió la devolución de los regalos”, fue “amenazante” y “posteriormente llevó a cabo u organizó una serie de actos de vigilancia encubierta y abierta, causando angustia y ansiedad” en su examante, según la demanda, aún no aceptada en Inglaterra.
Los documentos denuncian que durante una reunión en el Hotel Connaught de Londres el 5 de mayo de 2012, un “agente o asociado” del exrey se mostró “amenazante” hacia ella y sus hijos.
Y aseguran que el encuentro coincidió “con el allanamiento de sus apartamentos en Mónaco y en Villars, en Suiza, donde fue dejado sobre una mesa un libro sobre la muerte de la princesa Diana”.
Según la misma fuente, la noche en que descubrió el libro Corinna recibió una misteriosa llamada de “una persona desconocida” que hablaba español.
La empresaria denuncia también “entradas ilegales y daños criminales, como la perforación de un agujero en la ventana de su dormitorio mientras dormía por la noche en su casa en Shropshire”, en el noroeste de Inglaterra, el 21 de junio de 2017, y disparos a las cámaras de seguridad de su entrada el 14 de abril de 2020.
Tras denunciar estos ataque a la policía, Corinna reclama ahora a Juan Carlos “daños personales” por el “gran dolor mental, alarma, ansiedad, angustia” que dice haber sufrido.
Su abogado, Jonathan Caplan, argumentó que el rey emérito perdió su inmunidad en Inglaterra al renunciar a su condición de soberano cuando abdicó.
Por su parte, Juan Carlos I “rechaza las acusaciones formuladas contra él y niega en los términos más enérgicos cualquier presunta infracción por parte del Estado español”, afirmó Bethlehem.
La vista sobre la inmunidad se prolongará hasta el martes pero no se prevé que el juez Nicklin emita una decisión en lo inmediato.