AFP.- La gobernante de Hong Kong, Carrie Lam, descartó este martes una advertencia de grandes empresas tecnológicas como Google, Facebook y Twitter de que podrían dejar la ciudad si las autoridades siguen adelante con una nueva ley de privacidad.
Las autoridades de la ciudad, un centro financiero, revelaron planes de aprobar una nueva ley que pone en la mira el “doxxing”, como se conoce el acto de publicar en línea los detalles privados de alguien para que pueda ser acosado por otros.
Pero el lenguaje genérico de la ley propuesta asustó a las grandes empresas tecnológicas, que temen ser responsabilizadas y sus empleados procesados por el contenido de los usuarios.
Detallaron sus temores en una carta enviada al gobierno de Hong Kong por la Coalición Internet Asia, que incluye a gigantes como Google, Facebook, Twitter, LinkedIn y Apple.
“Introducir sanciones dirigidas a individuos no se alinea con las normas y tendencias globales”, alerta la carta fechada el 25 de junio pero publicada esta semana.
“La única manera de evitar las sanciones es que las empresas tecnológicas dejen de invertir y ofrecer servicios en Hong Kong, lo cual excluiría a empresas y consumidores de Hong Kong y crearía nuevas barreras al comercio”, agregó.
Consultada al respecto el martes, Lam minimizó las preocupaciones.
“Estamos apuntando al doxxing ilegal y fortaleciendo a los comisarios privados para que investiguen y realicen operaciones, eso es todo”, dijo a periodistas.
Lam comparó los nuevos poderes de privacidad informática con una ley de seguridad nacional que China impuso el año pasado a Hong Kong para erradicar la disidencia, tras las grandes manifestaciones prodemocracia de 2019.
Aseguró que esa ley de seguridad ha sido “calumniada y difamada” y que “es el mismo caso de la ley de privacidad”.
Agregó que la comisión de privacidad de la ciudad está dispuesta a reunirse con representantes de las empresas tecnológicas para atender cualquier preocupación que tengan.
Sin embargo, sugirió que su gobierno está decidido a avanzar con la adopción de la nueva ley.
“Lo ideal sería aliviar esta ansiedad cuando formulemos la legislación, pero a veces es necesario demostrarlo mediante la implementación”, expresó.
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