Un enfermero declaró el lunes en el marco de la causa judicial que investiga la muerte del ídolo argentino Diego Maradona, pesquisa en la que hay otros seis profesionales de la salud acusados.
Ricardo Almirón rindió declaración indagatoria ante varios fiscales que lo acusan — junto al resto de los miembros de un equipo médico — del “homicidio simple con dolo eventual” del exfutbolista.
Maradona murió el 25 de noviembre a los 60 años por un paro cardiorrespiratorio mientras se encontraba internado en una casa alquilada en las afueras de Buenos Aires en la que se rehabilitaba de una operación en la que se le extrajo un edema craneal. El exastro del fútbol padecía problemas de adicción al alcohol.
Según la acusación de los fiscales, los cuidadores de Maradona “infringieron los deberes que cada uno tenía a su cargo…incrementando el riesgo por fuera del margen permitido y condujeron al fatal desenlace del paciente que, de lo contrario, hubiese podido evitarse”.
La justicia determinará en los próximos días si procesa a Almirón para que eventualmente afronte un juicio. La pena contemplada por el delito imputado es de entre 8 y 25 años de cárcel.
Almirón es sospechoso de no haber asistido a Maradona los días 24 y 25 de noviembre “a sabiendas de su delicada situación y con conocimiento de que muy probablemente tal omisión llevaría al desenlace fatal que finalmente ocurrió”, según la acusación fiscal.
Otros cuidadores de Maradona eran el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, las caras más visibles del equipo médico integrado también por el psicólogo Carlos Díaz; la médica Nancy Forlini; la enfermera Dahiana Madrid, y el coordinador de enfermeros Mariano Perroni. Esos dos últimos serán sometidos a sendas indagatorias durante la semana.
Una junta médica convocada por la justicia dictaminó meses atrás que hubo un accionar negligente que provocó la muerte del capitán del seleccionado argentino que fue campeón del mundo en 1986.
La junta indicó que Maradona “comenzó a morir, al menos, 12 horas antes de las 12.30 del día 25/11/2020, es decir, presentaba signos inequívocos de periodo agónico prolongado”, por lo que “el paciente no fue debidamente controlado desde las 00.30 horas”.
Sostuvo, además, que el desempeño del equipo de salud fue inadecuado y temerario.