AFP.- Decenas de miles de niños desnutridos corren el riesgo de morir en zonas de difícil acceso en la región etíope de Tigré, asolada ahora por la hambruna, advirtió este viernes Naciones Unidas.
“Sin acceso humanitario para aumentar nuestra ayuda, unos 30.000 niños que sufren una grave desnutrición en estas zonas muy poco accesibles corren un gran riesgo de morir”, declaró James Elder, portavoz de Unicef.
Los combates desde noviembre en Tigré interrumpieron las cosechas, en una región que ya sufre inseguridad alimentaria.
Las agencias de ayuda de la ONU advirtieron el jueves de que millones de personas necesitan ayuda alimentaria, incluidas 350.000 en riesgo de inanición, y denunciaron el bloqueo de la ayuda por parte de “grupos armados”, sin identificarlos individualmente.
El conflicto en Tigré enfrenta a las fuerzas de las antiguas autoridades regionales –el Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPLF)– y al ejército federal etíope, apoyado por tropas de las autoridades regionales vecinas de Amhara, así como por el ejército de Eritrea.
El jueves, Mark Lowcock, jefe de asuntos humanitarios de la ONU, estimó que “hay hambruna en Tigré”, y señaló que el número de personas que se enfrentan a condiciones de inanición “no ha sido tan alto en ningún otro lugar del mundo desde que 250.000 somalíes perdieron la vida en 2011”.
Las agencias internacionales de ayuda se quejan desde hace meses de que las fuerzas etíopes y sus aliados eritreos impiden el acceso a amplias zonas de Tigré. Estos últimos también fueron acusados de saquear la ayuda humanitaria.
“No podemos entrar en absoluto” en una cuarta parte de la zona donde parece necesarias la ayuda del PMA, dijo Tommy Thompson, coordinador de emergencias del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Etiopía, en una sesión informativa por vídeo el viernes en Ginebra.
“Nadie ha estado en muchos de estos lugares y es ahí donde creemos que la gente está muriendo”, añadió.
Además del acceso a estas zonas, pidió urgentemente financiación adicional para las operaciones de ayuda y el cese de las hostilidades, destacando el peligro para el personal humanitario en los lugares a los que consiguen llegar.
“Ya han sido asesinados nueve trabajadores humanitarios”, dijo Thompson, y explicó que se enfrentan a una creciente hostilidad en los puestos de control. Además, a menudo “proporcionamos ayuda (…) solo para que se la roben violentamente a los beneficiarios.
– “Rechazados por las partes en conflicto” –
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene “equipos preparados, clínicas móviles (…) capaces de alimentar, de proporcionar cuidados”, pero “nuestros equipos son rechazados por las partes en conflicto”, dijo a los periodistas la portavoz Margaret Harris.
“Los niños desnutridos tienen más probabilidades de contraer y morir de muchas enfermedades infecciosas, como neumonía, diarrea, paludismo y sarampión”, añadió, explicando que “se dan todos los ingredientes para una situación explosiva”.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) hicieron un llamamiento urgente para combatir la amenaza del hambre el jueves, en vísperas de una cumbre de líderes del G7 en el Reino Unido.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, premio Nobel de la Paz 2019, envió al ejército federal a Tigré en noviembre de 2020 para detener y desarmar a los líderes del TPLF, el entonces partido gobernante en esta región norte del país que ha estado desafiando al gobierno central.
Prometió una campaña rápida, pero casi seis meses después de que el ejército federal tomara la capital regional, Mekele, los combates continúan en Tigré y la situación humanitaria se está deteriorando.