Harry y su esposa Meghan no han ocultado que son amigos de los métodos alternativos y quieren darle a su nueva hija el nacimiento diferente que no pudo tener Archie, su primogénito.
Según la revista New Idea, la pareja está considerando el parto silencioso para asegurarle a la criatura una entrada al mundo lo más serena posible. Así se lo reveló a la publicación una fuente cercana a los duques de Sussex, según la cual “no habrá médicos gritándole a Meghan que puje o cosas así”.
Esta técnica es muy usual en la iglesia de la cienciología, cuyos fieles creen que cualquier palabra dicha en ese momento se graba en la mente y puede causar malos efectos en la madre y el bebé. Se rumora que la organización, a la que pertenecen estrellas como Tom Cruise, quiere reclutar a la pareja y con esta elección, ello no sería del todo imposible.