Unos llevan dos años y su esperanza flaquea esperando entrar en Estados Unidos para pedir asilo. Otros, a pocos pasos, ven de cerca la posibilidad de que su sueño se haga realidad.
VOA.-En el albergue que administra Juan Fierro en Ciudad Juárez, México, a menos de 10 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, cientos de personas esperan. Unos acaban de llegar, otros llevan varios meses y algunos casi dos años. Todos con una esperanza en mente: pasar al otro lado.
El cambio de gobierno de Estados Unidos, con la llegada al poder del demócrata Joe Biden, resucitó las ilusiones de muchos que habían ya solicitado asilo o aspiraban hacerlo en la frontera sur del país.
“Ellos estaban muy a la expectativa del cambio del presidente (…) y cuando se dieron cuenta que Biden ganó, se entusiasmaron mucho. Hubo gozo en ellos”, dijo a la Voz de América el director del refugio El Buen Samaritano.
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No obstante el optimismo, a cien días de la llegada del mandatario Joe Biden a la Casa Blanca, para muchas de las personas que esperan del lado mexicano, no ha habido un cambio radical.
Desde mediados de febrero, la administración demócrata permitió la entrada paulatina de las personas inscritas en el programa de Protección para Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés)—instaurado bajo el gobierno del expresidente Donald Trump— que prohibía a los solicitantes de asilo esperar dentro de Estados Unidos a que su caso fuera resuelto.
Sin embargo, el presidente Biden ha mantenido en pie el llamado Título 42, una orden de emergencia que permite al gobierno rechazar la entrada de la mayor parte de las personas que llegan a la frontera debido a la pandemia. En febrero, al 60% de las más de 100.000 personas que entraron en contacto con la agencia que controla la frontera les fue negado el ingreso al país, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés).
La única diferencia a la hora de implementar el Título 42 con respecto a la administración Trump, es que ahora se permite la entrada de menores no acompañados y de un pequeño porcentaje de familias, haciendo énfasis en que tendrán como prioridad la reunificación.