AFP.- Venezuela fue el punto de fricción este miércoles en la Cumbre Iberoamericana en Andorra, donde varios presidentes cargaron contra la “dictadura” de Nicolás Maduro, quien fue defendido vía telemática por su vicepresidenta, Delcy Rodríguez.
Pese a que inicialmente fue anunciada la participación de Maduro, generando polémica toda vez que su legitimidad es puesta en duda por gran parte de los países de la región, la organización de la cumbre notificó el miércoles que en definitiva no hablaría y sería reemplazado en la plenaria por la vicepresidenta.
No había transcurrido mucho tiempo de la reunión de presidentes, gran parte de los cuales intervinieron por videoconferencia por la pandemia, cuando el colombiano Iván Duque cargó contra el régimen de Maduro.
De forma vehemente, Duque pidió a sus pares que no desatiendan la crisis en Venezuela por cuenta de la lucha contra el covid-19 y los convocó a actuar para poner fin a la “dictadura” de Maduro.
“Es urgente que (…) veamos el fin de la dictadura, un llamado a elecciones libres y un gobierno de transición”, dijo Duque, en un momento de tensión en la frontera entre los dos países, a raíz de combates que estallaron en marzo entre fuerzas chavistas y grupos armados.
En América Latina, Bogotá encabeza la presión diplomática sobre Maduro. Duque, al igual que varios de sus homólogos, reconocen al opositor Juan Guaidó como mandatario interino en Venezuela, aunque en la práctica el heredero del fallecido expresidente Hugo Chávez mantiene el control territorial e institucional del país.
También los presidentes de Perú y Uruguay criticaron a Caracas, mientras que el ecuatoriano Lenín Moreno lamentó que se permitiera intervenir a Delcy Rodríguez, delegada de un gobierno “que no cumple ni la ética política ni el buen gobierno ni mucho menos el respeto a los derechos humanos de ese pueblo al que dice representar”.
Incluso Kenneth da Nóbrega, un funcionario de la cancillería que representó a Brasil en la cumbre, afirmó que la participación de su país no implicaba reconocimiento al régimen “ilegítimo” de Maduro.
- Voces de “intolerancia” –
Cuando le llegó el turno, Delcy Rodríguez empezó por pedir “excusas por voces menores de intolerancia de la subregión de nuestra Sudamérica”.
La vicepresidenta venezolana cargó directamente contra Duque, afirmando que es “un terrible, patético facsímil del fracaso, el fracaso para garantizar la paz al pueblo de Colombia, el fracaso para erradicar los cultivos de la droga”.
Aprovechando su intervención en la cumbre, que reunió a representantes de países latinoamericanos y de Andorra, España y Portugal, Rodríguez pidió acceso “sin ningún tipo de condicionamiento político” a fondos bloqueados en un banco privado de Portugal para atender la pandemia.
“Yo le pido al presidente de Portugal, al primer ministro de Portugal (ambos presentes en la cumbre, NDLR), a quien saludo su intervención, que cooperen para que el pueblo de Venezuela acceda a sus recursos; es un dinero, un patrimonio del pueblo venezolano para que pueda atender esta pandemia y lo hagamos sin ningún tipo de condicionamiento político”, dijo.
Consultada por la AFP, la cancillería venezolana precisó que se tratarían de “más de 1.600 millones de dólares” en el banco privado Novo Banco, que mantendría el bloqueo argumentando que “no sabe” si el dinero pertenece a la administración de Nicolás Maduro, o del opositor Juan Guaidó, también reconocido presidente por Portugal.
Antes de que hablara Rodríguez, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, salió en defensa de Maduro, afirmando que no puede ser culpado de la aguda crisis económica del país “cuando se mantiene la aplicación de crueles medidas coercitivas unilaterales proyectadas y aplicadas por Estados Unidos”.
También intercedió por el gobierno de Maduro el canciller nicaragüense, Denis Moncada, quien representó a Daniel Ortega en la cumbre.
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