AFP.- Después de cinco semanas de intensas negociaciones, la Comisión sobre la condición de la mujer de la ONU adoptó este viernes una declaración mínima, con Europa acusando a Rusia obstruir las conversaciones y de un retroceso de los derechos.
Pese a que estas negociaciones anuales debían haber sido más sencillas que las anteriores -ahora con un nuevo gobierno en Estados Unidos menos conservador que el de Donald Trump-, fueron “las más difíciles y las más tensas desde hace tres años”, lamentó un diplomático bajo anonimato y aludió a “una gran decepción”.
Al comienzo de la 65ª sesión de la Comisión, los negociadores tenían sobre la mesa 50 páginas y 80 párrafos. Al final, el texto acabó formado por 24 páginas y 64 párrafos.
Secciones enteras de la declaración dedicadas al acoso sexual, la igualdad de sexos o la defensa de los derechos de las niñas desparecieron, según pudo constatar la AFP tras obtener diferentes versiones del texto.
Lamentando que el documento final no haya podido ser más ambicioso, el embajador alemán adjunto de la ONU, Günter Sautter, denunció “los intentos sistemáticos de algunas delegaciones para hacer descarrilar el proceso y cuestionar los compromisos y obligaciones internacionales en materia de igualdad de sexos”. Esto “muestra que la represión a los derechos de las mujeres continúa”, indicó.
Más explícito, otro diplomático europeo que solicitó anonimato afirmó que “Rusia había desempeñado un papel excepcionalmente perturbador en las negociaciones”, sin querer llegar a acuerdos.
“El resultado del bajo común denominador de hoy demuestra que el retroceso de los derechos de las mujeres continúa en la ONU y que Rusia hace todo lo que puede para socavar los progresos sobre el tema”, estimó.
Durante su intervención frente a la Asamblea General de la ONU, la delegación rusa se limitó a señalar que las negociaciones se habían desarrollado “de forma respetuosa e inclusiva”. La protección de las madres podría haber sido mejor defendida, añadió Moscú.
Mientras el texto original criticaba la extensión de las agresiones realizadas a mujeres y niñas, incluyendo el acoso sexual, la versión final indica que este último “en los espacios privados y públicos, incluyendo los centros de enseñanza y lugares de trabajo, así como en los contextos digitales, conduce a un ambiente hostil”.
Sin ser muy agresiva en la formulación, la Comisión “reconoce”, además, “que la desigualdad entre sexos continúa traduciéndose en desequilibrios de poder entre mujeres y hombres en todas las esferas de la sociedad”.