AFP.- Decenas de personas atacaron a golpes y pedradas este sábado el vehículo que transportaba al presidente argentino Alberto Fernández en la provincia de Chubut (Sur), a donde se trasladó para constatar los daños de gigantescos incendios forestales, según imágenes de la televisión local.
Fernández dio una rueda de prensa antes de los incidentes durante la cual aseveró que viajó a “escuchar a la gente”. Fuera del lugar los manifestantes protestaban a voz en cuello.
Al retirarse de un centro comunal en la localidad de Lago Puelo, Fernández debió ser protegido por un corredor humano ante el avance de los manifestantes hacia la comitiva presidencial.
Cuando el mandatario se dirigía a su vehículo, debió abalanzarse hacia la puerta abierta del rodado. Las imágenes de televisión muestran al presidente llegar a su asiento al lado de una ventana y a los manifestantes golpeando el vidrio durante varios minutos, mientras la primera dama Fabiola Yañez intenta incorporarse para observar y alguien le requiere que permanezca sentada.
Los enardecidos manifestantes detuvieron luego el paso de la camioneta en la que se trasladaba Fernández, golpeando el rodado con los puños y arrojando piedras que provocaron la rotura de vidrios, según se observa en las imágenes de la cadena TN y el diario Clarín.
Ante una escasa presencia policial, la turba logró detener a los vehículos que acompañaban a Fernández por varios minutos, arrojándose incluso contra el capó de la van presidencial. Luego de liberado el vehículo que transportaba al presidente, se observa a varias camionetas salir a alta velocidad entre los manifestantes.
Según el diario Clarín, los manifestantes protestaban contra proyectos mineros en la provincia de Chubut y también contra el gobernador del distrito, Mariano Arcioni.
– Incendios devastadores –
Fernández tiene previsto recorrer el sábado la zona de los incendios que dejan un muerto, 11 desaparecidos, decenas de evacuados y más de 200 casas destruidas por las llamas que azotaron esta semana la región de bosques y lagos de la Patagonia argentina.
Los incendios, presuntamente intencionales según las autoridades, estallaron a inicios de la semana alcanzando las localidades de Lago Puelo, El Bolsón, El Maitén, Epuyén, Futaleufú, El Hoyo y Las Golondrinas, cerca de la precordillera de Los Andes. “Hay 1.500 hectáreas de bosque nativo consumido”, según reportes de Defensa Civil.
Versiones de prensa hablan de hasta 15.000 hectáreas.
El cadáver calcinado de un trabajador rural, desaparecido desde el martes, fue hallado en la localidad de El Maitén, reportaron autoridades locales el viernes.
“El fuego alcanzó a más de doscientas viviendas y sigue habiendo once personas de las cuales no conocemos el paradero”, dijo entonces a periodistas el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, actualizando la cifra de desaparecidos, que era de 15 el miércoles.
En las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén, afectadas por los incendios, operan decenas de brigadistas con apoyo de autobombas, aviones hidrantes y helicópteros para contener las llamas.
Según el ministro, “la intencionalidad de los incendios se manifiesta a partir de la simultaneidad en el inicio en siete localidades, las que en un lapso de tres horas tuvieron fuego. Fue muy planificado”.
Peritos judiciales comienzan a trabajar para determinar responsabilidades.
Los incendios devoraron el año pasado decenas de miles de hectáreas en Argentina. Fueron causados por la mano del hombre, en su mayoría con fines especulativos para siembra o negocios inmobiliarios, según las autoridades.
Las llamaradas de esta semana dejaron “daños tremendos”, dijo el ministro. “No hay agua en Lago Puelo, en Epuyén, en El Maitén ni en Las Golondrinas. No hay electricidad”.