AFP.- La Unión Europea pidió que se eviten los viajes no esenciales entre los países del bloque para hacer frente a la amenaza de nuevas variantes del coronavirus, y considera “muy grave” la situación sanitaria, al término este jueves de una cumbre de los 27 por videoconferencia.
Francia ya anunció que impondrá a partir del domingo a los viajeros de otros países europeos la presentación de un test PCR realizado 72 horas antes de la salida. Esta obligación no afecta a los viajes esenciales, como los de los trabajadores fronterizos.
“En vista de la muy grave situación sanitaria, todos los viajes no esenciales deberían ser firmemente desaconsejados tanto dentro de cada país como a través de las fronteras”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Layen, al final de la cumbre.
En el mismo sentido, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, señaló que “posiblemente será necesario tomar medidas restrictivas adicionales para limitar los viajes no esenciales”.
Sin embargo, Von der Layen dijo que la noción de cerrar las fronteras internas de la UE tendría que ser evaluada a la luz del enorme impacto potencial.
“Es importante mantener el mercado único en funcionamiento. Por eso, en lo que se refiere a los trabajadores esenciales y bienes, deben ser capaces de seguir cruzando fronteras naturalmente. Esto es de gran importancia”, expresó.
La cumbre de este jueves, organizada mediante videoconferencia por razones de seguridad sanitaria, es la novena en la UE para abordar la pandemia.
Las mutaciones del virus que surgieron en Reino Unido, Sudáfrica y Brasil han alarmado a las autoridades de la UE debido a su mayor capacidad de infección.
Por ahora estas variantes representan una pequeña proporción de los casos generales en la UE, pero los líderes consideran que hay que vacunar a la mayor cantidad de personas posible antes de que el virus vuelva a mutar.
Alemania propone una coordinación en las “pruebas obligatorias” para viajes transfronterizos, mientras que Francia es favorable a “controles sanitarios” en las fronteras internas de la UE.
- Acelerar las campañas –
Von der Leyen afirmó esta semana que el bloque en breve ampliará su arsenal de vacunas más allá de las dos autorizadas hasta el momento, las de Pfizer/BioNTech y Moderna, para vacunar al 70% de la población “hasta el final del verano” boreal.
El ritmo de las campañas de vacunación en el bloque ha sido muy lento en comparación con Estados Unidos, Israel y otros países, un problema agravado por los retrasos en la entrega de las dosis de Pfizer/BioNTech.
También hay una minoría, especialmente en países como Francia, reacia a vacunarse.
Y aunque muchos esperan que las vacunas pongan fin a las restricciones de viaje, los tests obligatorios, los toques de queda nocturnos y las cuarentenas domiciliarias, funcionarios y diplomáticos de la UE advierten contra los riesgos de bajar la guardia demasiado pronto.
- Certificados de vacunación –
El aumento de casos de la variante británica, en particular, significa que “podríamos tener que tomar más medidas que restrinjan temporalmente la libertad de movimiento dentro de la UE”, dijo un diplomático europeo.
La idea de utilizar certificados de vacunación como una forma de pasaporte de viaje en Europa –como defiende Grecia, un país dependiente del turismo– se encuentra todavía en sus primeras etapas de discusión.
Funcionarios de la UE agregaron que cualquier movimiento en esa dirección requiere que una gran proporción de personas se vacunen primero para que Europa no se divida entre una pequeña minoría capaz de viajar y comer fuera mientras que el resto permanece confinado.
En la cumbre también se habló de cómo garantizar que los certificados de vacunación sean reconocidos en todos los países de la UE, y de los pasos para que las pruebas de antígenos –más baratas y menos invasivas, pero menos fiables, que los hisopos de PCR– sean globalmente aceptadas.
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